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España es el principal inversor de la Unión Europea (UE) en Perú. El impacto de su inversión privada directa en el país ha significado US$ 20,415 millones entre 1993 y 2019 y su aporte al PBI en el mismo periodo alcanzó los US$ 40 mil millones, según datos de la Embajada peruana en la nación ibérica.
La presencia española en Perú no es un misterio. Operaciones de larga data, como los casos de Telefónica o el BBVA, son ampliamente conocidos. En total, señala la embajada, son 500 las firmas españolas en Perú. Sin embargo, las perspectivas de extender el número se han reducido.
Entre 2018 y 2022, la inversión bruta promedio de España en Perú ascendió a 210 millones de euros. El año pasado fueron 164 millones de euros, un total que, frente a la media de los últimos 5 años, representa una caída del 22.1%, según datos del Registro de Inversiones Exteriores de España.
La incertidumbre política peruana es la principal razón detrás del descenso. Analistas y autoridades ven como única alternativa recuperar la confianza empresarial para revertir la tendencia.
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Expectativa congelada
La inversión española en Perú está distribuida en cuatro sectores principales: telecomunicaciones, energía, infraestructura y servicios financieros. Entre las más representativas están Zara, Mapfre, Santander y Repsol. Sin embargo, aún está por detrás de otros países de la región.
“Es sin duda el país de la UE que más invierte en Perú. No obstante, si nos comparamos con Colombia o Chile aún estamos por detrás”, afirma Walter Gutierrez, embajador de Perú en España y Andorra, a Gestión.
Precisamente, ambos países vecinos son los únicos países en Latinoamérica donde las inversiones del país europeo en 2022 están por encima de la media de los últimos 5 años, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España (ver gráfico).
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El descenso, en el caso peruano, es incomprensible sin considerar el golpe de la pandemia, pero sobre todo de la constante convulsión política, explica el vicepresidente de Relaciones Estratégicas Globales del IE Business School, Gonzalo Garland, a Gestión.
“Hoy las empresas siguen interesadas, pero están expectantes. El panorama político parece apaciguado, pero no necesariamente normalizado. Empresas ya sólidas seguirán ahí, pero no se esperan entradas grandes de nuevas empresas y capital”, señala.
En el gobierno son conscientes de la importancia de España como inversor, por lo que ya vienen dando señales de calma para no frenar el arribo de nuevas firmas.
“Es cierta la preocupación sobre la institucionalidad política en los últimos 5 años. Lo primero que hicimos al llegar al cargo fue informarle a España que Perú seguirá fomentando las condiciones para invertir”, precisa el embajador Gutiérrez.
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Oportunidades
ProInversión, dependencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), juega un rol crucial para que la inversión privada española en Perú no pierda ritmo en los próximos años.
A mediados de septiembre, una comitiva de la agencia estuvo en Madrid con el objetivo de promover dos proyectos viales: el Tren Macho y la Carretera Longitudinal de la Sierra Tramo 4, iniciativas con una inversión conjunta de US$ 1,300 millones.
Para Gutierrez, la labor de Proinversión forma parte de una estrategia del gobierno de seguir enviando el mensaje de que la institucionalidad económica peruana sigue fuerte.
“Tenemos un Banco Central de Reserva (BCR) independiente y un MEF que, a pesar de la incertidumbre, ha mantenido su carácter técnico. Nuestro capítulo económico constitucional es un marco jurídico bastante apreciado. Si a eso le sumas los Tratados de Libre Comercio (TLC), son herramientas facilitadoras de la inversión”, destaca.
El embajador de Perú en España agrega también que mantener el interés privado español en nuestro país es clave por el objetivo de ser parte de la OCDE. “Para ingresar debemos tener estándares altos de gestión pública. Por eso es importante que todos los organismos estatales alienten la inversión”, reflexiona.
Los proyectos que llevó ProInversión a Madrid, vale decir, preven ser licitados al final de este año, lo que podría “apresurar” la toma de decisión empresarial, considera Garland.
“Las firmas españolas son fuertes en infraestructura, pero tendrán que enfrentarse a otras. Las visitas de ProInversión pueden tener un efecto limitado porque la visión general de que la situación es incierta ya la tienen las empresas. Ahora, si se licitan próximamente, deben decidir ya”, explica.
A mediados de septiembre, la agencia sostuvo reuniones con compañías ferroviarías españolas como Aldesa, Sacyr, Copasa, Renfe y Ohla en Madrid. Y antes del cierre de este mismo mes planean volver.
La capital de España forma parte de las locaciones que ProInversión ha considerado para su “Roadshow Europa 2023″, donde presentarán un portafolio de 42 proyectos de varios sectores, con una inversión estimada superior a US$ 8,500 millones. La rueda de negocios incluye también a Londres y Milán.
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Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.