Luego de que el Ejecutivo acordara devolver el 53% del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los transportistas de carga, el Ministerio de Energía y Minas (Minem), MEF y Osinergmin conformarían mesas de trabajo con este gremio para evaluar la posibilidad de que los transportistas se conviertan en importadores de diesel.
Según dijeron, buscan saltar la compra en las cadenas de grifos pues esta representa, según los transportistas hasta la tercera parte del precio al consumidor final.
Al respecto, la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú (AGESP), a través de su gerente general, Renato Lazo, solicitó que se incluya a su gremio también como parte de las mesas de trabajo que abordarán este tema.
Lazo descartó que exista una diferencia de 30% entre el precio del combustible registrado en Petroperú con el precio de una estación de servicio que no esté justificado. “El precio no lo es todo en el mercado de combustibles. También hay otros factores más importantes como la seguridad”, indicó.
"No se puede hablar tan abiertamente de un 30%. Las estaciones de servicio viven en competencia permanente y los precios son públicos en el aplicativo Facilito de Osinergmin. Obviamente es más caro el combustible que se vende en Puno porque hay un mayor desplazamiento para trasladar el combustible", señaló Lazo en diálogo con Gestión.pe
Lazo consideró que con la legislación energética vigente, los transportistas están permitidos de comprar combustible de forma directa a Petroperú. Esto bajo la figura de ‘consumidor directo’, la cual les permite comprar directamente a la refinería. “Sin embargo, ellos están pidiendo importar el combustible ¿Están en el negocio de comercialización de combustible o en el transporte de bienes en el país?”, cuestionó Lazo.
“Si ellos están pidiendo ‘saltar’ la cadena de grifos,eso está previsto en las normas de comercialización de combustible. El consumidor directo puede comprar el combustible del mayorista o del importador o del productor de la refinería para su propio uso”, explicó.
Según dijo el vocero, el sector estacionero genera 65 mil empleos directos y 300 mil empleos indirectos por lo que permitir la importación a los transportistas podría perjudicarlos y, además, también fomentar el comercio ilegal de combustible.
“Si ellos pueden importar, entonces nosotros -que estamos en el negocio de comercialización y estamos impedidos de importar- también podríamos importar, según esa misma lógica. Si nosotros que estamos en el negocio de combustible, no podemos importarlo, esto sería un país de locos. Si van a hacer mesas de trabajo, queremos estar invitados y participar”, comentó el representante de AGESP.