Redacción Gestión

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Berlín (Reuters).- El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, indicó que le preocupa mucho el impacto de una prevista mayor flexibilización de la política monetaria japonesa, alentada por el nuevo gobierno en Tokio.

"Me preocupan mucho las nuevas políticas del Gobierno recientemente electo de Japón. Cuando uno mira el superávit de liquidez en los mercados financieros globales, está alimentado aún más por un entendimiento incorrecto de la política de un banco central", dijo Schaeuble en un discurso en el , la Cámara baja del Parlamento alemán.

El Banco de Japón (BoJ) alivió cinco veces su política monetaria el año pasado, pero el primer ministro , quien asumió en diciembre, ha colocado presión sobre la entidad para que flexibilice de manera todavía más audaz la oferta de dinero en un encuentro de política de la próxima semana.

El BoJ, una entidad independiente que enfrenta severas presiones de parte de Abe, duplicará su meta de inflación al 2% y considerará un nuevo alivio de su estrategia monetaria, muy probablemente a través de un incremento de su programa de compras de activos y préstamos de 101 billones de yenes (1.1 billones de dólares), dijeron fuentes a Reuters.

Un banquero central ruso ha advertido sobre el riesgo de que otros estados sigan a Japón con una ronda de desestabilizadoras devaluaciones cambiarias – Alexei Ulyukayev, primer vicepresidente del banco central, usó el término "guerras cambiarias".

El euro ascendió a su máximo en 20 meses frente al yen esta semana, lo que podría haber sido el motivo por el cual el responsable del grupo euro de ministros de finanzas, , dijo a empresarios que el euro estaba "peligrosamente alto".

El miércoles, el ministro de Economía alemán Philipp Roesler, al presentar el panorama económico 2013, dijo que él no compartía por completo la visión de Juncker pero que quería que el Banco Central Europeo volviera "tan rápido como sea posible" a su mandato primario de asegurar la estabilidad de precios en la zona euro.

Roesler dijo que Alemania no debe preocuparse por las alzas de las tasas de interés en el año en curso. La inflación anual alemana se aceleró en diciembre por primera vez en cuatro meses, ubicándose algo arriba de la meta del BCE, del 2 por ciento.

El gobierno alemán y el Bundesbank han insinuado que tolerarían mayores precios siempre que la inflación de toda la zona euro siga bajo control. Eso podría ayudar a las naciones del bloque en dificultades para que incrementen su competitividad.