:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/RLCASCJ3UBCTHHZSF6OSDAX23E.jpg)
Las protestas sociales en Chile se han convertido en un tema de agenda en el sector privado. En esta entrevista, el presidente de Comex, Alfonso Bustamante Canny, analiza esta situación y da sugerencias para evitar que esto se replique en nuestro país. También se pronuncia por el caso Lava Jato y el rol de los empresarios en política.
¿Cuál debe ser el rol de los empresarios para evitar un clima de protestas como el de Chile?
Los empresarios estamos en la obligación de generar valor y riqueza, no solo para sus accionistas, sino para sus trabajadores y su entorno. Hoy en día la capacitación del personal es claramente una herramienta fundamental. La capacitación y la inversión nos permiten a los empresarios remunerar mejor, pero hay un gran dilema.
¿Cuál es?
Cómo mejorar las retribuciones sin perder competitividad. Creo que las empresas no deben ser benefactores, deben ser social responsables y para eso está la capacitación.
El empresario es visto por algunos como indiferente ante las situaciones de protesta social, ¿por qué cree que ocurre esta situación?
Quizá estamos haciendo un mal trabajo de comunicación o no estamos prestando atención a los temas que sí le interesan al ciudadano de a pie. Sin embargo, encuentro que los intereses del empresario y el ciudadano están muchísimo más alineados de que lo se cree.
¿Está seguro de eso?
Lo creo. Nos estamos preocupando, al menos en Comex, de ver los temas de infraestructura básica social, acceso de salud, entre otros. Estamos trabajando y haciendo propuestas concretas al Estado. Debemos dar a conocer cómo el empresario está participando en generar políticas públicas.
¿Hoy en día como es visto el Perú ante el empresariado extranjero?
Hay una visión de lejos bastante buena. Me refiero a que en esta crisis generada por la corrupción, la Fiscalía ha metido presos a varios expresidentes, o enjuiciados. Hemos visto a empresarios en la misma situación. Eso es positivo hacia afuera.
La SNI considera que para el empresario más importante es el sistema judicial que el político. ¿Concuerda?
En Comex creemos que debemos hacer una mirada integral. No podemos hacer una reforma de una cosa sin pensar en la otra. Personalmente creo que en la Fiscalía hay que poner un toque menos político, hacer menos ruido y un mejor trabajo.
¿Cree que el trabajo de la Fiscalía en el caso Lava Jato se ha politizado?
El trabajo de la Fiscalía ha sido importante y ha generado que nos vean muy bien en el exterior, pero también creo que ha sido demasiado mediático. Los fiscales tienen que operar en los juzgados y no en la televisión.
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/P3IDFTTPERHQDAGJUT53AZIO3U.jpg)
¿Debería haber más empresarios en la política?
Uno no puede estar sentado detrás de un escritorio quejándose y reclamando si antes no ha hecho algo. Los empresarios hacemos política cuando nos comunicamos con el Gobierno, a través de los gremios, por eso es que nuestra participación en política debe venir de eso.
Pero, ¿acaso no deberían estar en el Congreso?
El rol del empresario no es sentarse en una curul, el rol del sector privado es el de administrado, y como tal, debe comunicarse con el administrador, que es el Estado, a través de los gremios. Es ahí donde debemos participar.
Para la SNI, la Confiep, que también agrupa a Comex, es una cúpula. ¿Es así?
No estoy de acuerdo con eso. Lo que sucede es que la política que nosotros hacemos es la comunicación institucional entre todos los sectores. Quizá cuando la SNI se refiere a “cúpula”, es que la Confiep abarca a 22 sectores empresariales.
El gremio liderado por Ricardo Márquez señaló que la Confiep se fundó como un ente netamente político. ¿Ustedes son políticos?
Tampoco es así. La Confiep se fundó mucho antes del tema de la estatización de la banca, como dijo Ricardo (Márquez). Somos un grupo de gremios empresariales y tenemos grupos de trabajo que atendemos temas multisectoriales.
¿Está mal que la actual titular de la Confiep, María Isabel León, y los anteriores jefes, como Roque Benavides, emitan opiniones políticas constantemente?
Pero no solo lo hace la Confiep, quizá la SNI tiene más opiniones políticas que el promedio de todos los gremios. El rol de los gremios es la interacción con el Estado, en ese momento se convierte en político todo lo que decimos, porque promovemos política pública.
A raíz del escándalo Lava Jato, ¿cuál es la autocrítica que debería hacer el empresariado?
Hay mucha gente que dice que deberíamos hacer una autocrítica o autoflagelación. Se ha venido estigmatizando al empresario como el corrupto.
¿Por qué lo dice?
Lamentablemente la población está bombardeada de mensajes y que alrededor del término “empresario” se le asocie a corrupto. Hay una tremenda estigmatización hacia los empresarios, cuando es la ocupación más noble que existe. Cómo es posible que por unos cuantos malos empresarios estemos estigmatizados así, y la prensa no ayuda.
¿Odebrecht debería seguir contratando en el Perú?
No quisiera contratar nunca con una empresa corrupta; sin embargo, a los que hay que sancionar son a los ejecutivos, accionistas y todos los que hayan sido responsables por estos hechos. Hemos hablado de Odebrecht, pero ¿cuántas otras empresas han hecho una reingeniería total?
Es decir, ¿se debería dar un salvavidas a todas las constructoras investigadas?
Hay que sancionar a los culpables, pero debemos seguir trabajando con las empresas constructoras que operan legalmente y sin actos de corrupción.
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/3KXKWZSXNNBMNEH7OXBZIAHB7Y.jpg)
¿Para Comex la regionalización fue positiva?
Lamentablemente la regionalización en el Perú fue hecho con muy poco cerebro
¿Por qué lo dice?
Porque obedecía más a un objetivo político y de campaña. Era más una consigna que una verdadera herramienta permita. Lamentablemente hemos transferido esta responsabilidad y la presencia del Estado y, con ello, se descentralizaron los recursos públicos, pero el traspaso no se condicionó a generar capacidades para su correcta administración. Es decir, le hemos dado recursos a los gobernadores pero no las capacidades para generar ese gasto público.
¿Y cuáles son las consecuencias de ello?
Hoy en día más del 50% de las municipalidades a nivel nacional han gastado solamente el 30% de su presupuesto; es decir, se acaba el año y no han gastado su dinero, pese a que tenían los recursos. Muchos de estas autoridades son adversos a proyectos comunes del Gobierno central, mucho menos comulgan con los grandes proyectos de infraestructura, como estamos viendo en el sur del país con la minería. Hoy en día darles autonomía a estas municipales y regiones sin haberles generado diversas capacidades, ocasiona el abandono que vemos.
Entonces, ¿cómo se tiene que hacer la descentralización?
La descentralización tiene que darse para servir al ciudadano y no a los intereses políticos. Nos hemos cargado de burocracia y tenemos muchísimas municipalidades, lo que deberíamos evaluar. Dentro de Lima hay como 57 municipalidades distritales y cada una tiene un gerente y administrador. Hemos multiplicado el gasto público sin mejorar la inversión pública.
¿Se deberían fusionar las municipalidades?
Sí, de todas maneras. Por ejemplo, en Colombia las municipalidades son organizaciones muy fuertes y eso permite que el gasto administrativo sea mucho menor. Administrativamente se deberían fusionar los distritos.