(Foto: USI)
(Foto: USI)

Normalmente la semana de la moda de Nueva York es algo más práctica que los shows en Europa: Londres, Milán y París. Este febrero, Nueva York impactó aún más por ser especialmente minimalista y alejada de lo ostentoso, según Sharon Edelson de Women’s Wear Daily (WWD), recopiló la Oficina Comercial del Perú (.


Su artículo resumen de la semana de la moda otoño-invierno indica que los diseñadores “pivotearon” hacia un enfoque “Minimalism 2.0” que fue muy bien recibido por los principales minoristas de la industria.


Estos últimos son quienes terminan de decidir en estas semanas, tras evaluar las propuestas de los diseñadores, lo que llegará a las tiendas cuando el frío vuelva a empezar en Estados Unidos, un mercado proyectado para el 2019 en US$ 303 mil millones a nivel de minoristas, por Euromonitor.


En Nueva York habría prevalecido un enfoque centrado en la realidad, en mantener los pies sobre la tierra, una aparente simplicidad y “el deseo de paz y tranquilidad en medio del caos de los desafíos de la vida actual y la cacofonía de las redes sociales”. La sorpresa la dieron la cuidada estructura de los trajes, los colores monocromáticos, y la diversidad de fibras de lujo y texturas.


Ken Downing de Neiman Marcus afirmó "queremos este período de calma en nuestros armarios, frente al caos global y tantas cosas sucediendo. Es un momento de individualidad. Quién eres es más importante que las etiquetas que llevas”.


Sus colecciones favoritas fueron la “hermosa” ropa de Oscar de la Renta, la elegancia minimalista de Brandon Maxwell, el volumen dramático de Gabriela Hearst, la influencia de Studio 54 y la época disco en Michael Kors, y la alegría de Verónica Beard.


Así, Roopal Patel de Saks Fifth Avenue, condensa su opinión en el lema “menos es más”. La tendencia es a la vestimenta monocromática, los bloques tonales entre morados y rosados, la influencia de los años setenta y ochenta, piezas refinadas de la cabeza a los pies, incluyendo botas a la rodilla y una cartera que combine bien.


Asimismo, las piezas obligadas a tener son las prendas de abrigo grandes y capas, trajes hechos a la medida y pantalones con chompas tejidas de punto. La alpaca tiene sin duda un creciente protagonismo en este tema.


Por su parte un reporte de Newsweek, titulado las ocho tendencias de la moda neoyorquina destaca el uso de metales dorados y plateados en un elegante futurismo, con hombros de ciencia ficción, traje espacial acolchado e influencia de finales de los noventa, a lo que define como “sexy Matrix”.


Abrigos
Otra de las tendencias efectivamente es a los abrigos que, en lugar de ser una pieza neutral que reúne un conjunto, especialmente en el caso de las capas, añaden complejidad a los atuendos y traen una hermosa textura que se desea tocar. Esta es otra gran oportunidad para la alpaca.


El director de Nordstrom, Jeffrey Kalinsky, describe las explosiones de color e impresiones de Sies Marjan pero en formas sencillas, la sofisticada sensibilidad de lujo de The Row, la moderna ropa deportiva americana de Gabriela Hearst, las formas de estilo de alta costura de Marc Jacobs y los modernos vestidos glamorosos de Oscar de la Renta.


"Las colecciones de la semana parecieron ser tanto futuristas como nostálgicas, lo que es una buena mezcla para ser comercializada", sostuvo Linda Fargo de la tienda Bergdorf Goodman. Indica que la ropa deportiva americana parece estar evolucionando con un borde modernista.


"Toda propuesta que sea excesivamente ostentosa es menos atractiva en Nueva York", dijo Tiffany Hsu, de Mytheresa.com. Además, destacó "hay cierta facilidad con la moda americana, sin buscar la formulación de declaraciones, sino más bien que lo que se muestra en la pasarela se comunica de inmediato a la calle, que es algo muy apreciado por nuestros clientes”.


Lisa Aiken de Moda Operandi concuerda en que “había una sensación de vestirse de realidad a través de miradas tonales, una sólida confección, un denim protagónico y prendas de punto con detalles notables”.


Colecciones 
Durante la semana de la moda neoyorquina, la alpaca se lució, por ejemplo, en las colecciones de Kenzo Mens, Sally Lapointe, Zero + María Cornejo y See by Chloe. WWD destacó la autenticidad y la sostenibilidad que están en el centro de la marca Mara Hoffman, que ofrece una toma personal de un estilo de vida responsable e inclusivo, con encantadores y vibrantes tonos naranjas y amarillos, con hombros curvados y muchas prendas de punto peruanas.


Las diseñadoras de la marca viajaron nuevamente a Perú este enero reconociendo tanto la calidad de la alpaca como también del algodón orgánico.


Por su parte, la colección de otoño de Ulla Johnson combinó patrones audaces, texturas ricas y siluetas favorecedores en una alineación que exudaba una sensibilidad romántica, aventurera y poética.


Se destacó un suéter con baby alpaca peruana hecho a ganchillo. Vogue, a su vez, citó a Johnson indicando que “no se trata sólo de crear productos, sino de hacer algo que haga que las mujeres se sientan hermosas y poderosas, así que siempre proyecto un sentimiento de gozo, optimismo y exuberancia".


Otra marca que apuesta definitivamente por la alpaca del Perú es Tibi. Vogue señala que la mayoría de sus piezas de otoño parecían relativamente sencillas desde lejos, pero venían con pequeños detalles muy especiales.


La diseñadora Amy Smilovic es una gran creyente en aferrarse a su ropa y tiene poca paciencia para las tendencias desechables. Por ejemplo, ropa usable y chic para la mujer moderna con un toque especial. Tibi es todo acerca de una mirada actual pero no de moda, minimalista pero no aburrida.


"Duro pero feliz" es la actitud que Smilovic solicitó a los modelos que caminaron en la pasarela de Tibi. Para los diseñadores y productores peruanos, en especial para quienes trabajan con Alpaca, hay oportunidades tanto al trabajar asociados a estas marcas que se van abriendo camino en Nueva York, como al continuar el esfuerzo por posicionar marcas peruanas en esta competitiva ciudad.


Hay que conocer bien las tendencias y en ese contexto generar ideas que llamen la atención de los expertos y también de los consumidores finales.