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La Amazonía perdió cerca de 30 millones de hectáreas de su bosque nativo o primario durante los últimos 17 años, según reveló Ecociencia, filial ecuatoriana de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg).

Según un informe de dicha Red publicado por Ecociencia, entre los años 2000 y 2017 la región amazónica perdió 29.5 millones de hectáreas de bosque primario, pese a que mantiene el 85% de cobertura de bosques nativos.

En ese mismo periodo se registró un crecimiento del 41% en el área de agricultura y ganadería en la región amazónica, añade el informe.

La pérdida de bosque nativo corresponde a la superficie de Ecuador, sugiere el estudio que recoge información de la primera colección de mapas elaboradas por Raisg y MapBiomas, que cuenta con una avanzada tecnología para hacer un seguimiento a la situación de los bosques amazónicos.

La herramienta MapBiomas permite vigilar y reconocer cambios sobre el uso del suelo en toda la cuenca amazónica y hacer el seguimiento de las presiones y amenazas sobre sus bosques, precisa el informe.

El análisis abarca a los países que forman parte de la cuenca amazónica (Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Guyana y Surinam) y seis ecosistemas (Amazonía, Cerrado, Pantanal, Andes, Chaco-Chiquitano y Tucumano boliviano).

Sobre Ecuador, el estudio establece que la porción de la cuenca amazónica ecuatoriana tiene una extensión de 13.2 millones de hectáreas, equivalente al 53% del territorio nacional y al 1,6 por ciento del total de la superficie de esta selva suramericana.

Se calcula que entre 2000 y 2017, el área destinada a la agricultura y ganadería en la región amazónica de Ecuador ha crecido en un 23%.

Además, se estima que en las áreas andinas, donde tiene origen la cuenca amazónica, se ha constatado una reducción del 14.8% de los glaciares de las altas montañas que custodian la región.

"Esta es la primera vez que se realiza un mapeo anual compatible y estandarizado para todos los países de la región, lo que permite conocer el estado de cobertura vegetal, las tendencias y los cambios ocurridos en el uso del suelo, como la sustitución del bosque por cultivos agrícolas o pastizales", precisa el informe.

Para Beto Ricardo, coordinador de la Raisg, "este es un importante avance hacia el objetivo de construir y fomentar una visión integral de la Amazonía considerando aspectos políticos de una región compartida entre ocho países".

Además, el estudio contiene aspectos socioambientales de gran importancia "como la presencia de cerca de 400 pueblos indígenas, cuencas hidrográficas compartidas, conectividad entre unidades de conservación y presiones y amenazas que pesan sobre el bosque tropical más grande del planeta", agregó Ricardo.

Carmen Josse, directora científica de Fundación EcoCiencia, indicó que "la relevancia para el país es que se contará, del 2000 al 2017, con las cifras de transición anual de una a otra cobertura o de uno a otro uso del suelo".

Además, dijo que permitirá "tener una mejor comprensión de los tiempos y áreas de recuperación de bosque", así como un "balance hídrico a nivel de las cuencas hidrográficas, puesto que en esta ocasión también estamos mapeando muchas otras coberturas naturales del terreno".

"Es una poderosa herramienta para la toma de decisiones, para el ordenamiento territorial y para la conservación de las áreas naturales protegidas, así como de las políticas públicas en relación con los derechos de los pueblos indígenas sobre sus territorios", explicó Josse.