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Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de , habló con Gestión sobre las características del hace 29 años y las reformas que fue necesario introducir para superar los problemas del país en aquella época.

¿Cuál era el panorama de la banca peruana en la década de 1990?
A junio de 1990, previo al ajuste económico dictado en agosto del mismo año, operaban en el país 21 bancos comerciales, 5 bancos de fomento, además del Banco de la Nación y Cofide. Tras la ejecución del ajuste económico, se promulgó una serie de decretos que finalmente derivaron en una nueva Ley de Bancos.

Estas normativas, que fueron elaboradas con la colaboración y apoyo técnico del Banco Mundial y del BID, buscaron atacar los principales problemas que impedían un adecuado desarrollo del sistema financiero, entre ellos, la excesiva participación estatal en el control accionario, un marco institucional débil que provocaba una gestión de supervisión no óptima por parte de la SBS, falta de competitividad en el sistema, y fragilidad financiera de muchas instituciones.

¿Qué oferta había en términos de préstamos personales?
La oferta en cuanto a préstamos personales era bastante limitada en los años previos a la reforma del sistema financiero, debido en parte, a que los bancos comerciales debían cumplir con cuotas de créditos dirigidos a ciertos sectores productivos y otras restricciones. Este pobre desempeño llevó a que la penetración financiera, medido como el ratio de créditos bancarios como proporción del PBI sea de tan solo 7% al final de 1991. Hoy este indicador bordea el 40%.

Este mediocre desempeño era evidentemente resultado de los problemas señalados en la respuesta a la primera pregunta. A la escasa oferta de productos, y baja competencia, se le sumaban los plazos cortos que se manejaban para los créditos (por ejemplo, en los préstamos hipotecarios), así como tasas de interés indexadas a la inflación, el alto grado de dolarización del sistema, el exiguo nivel de penetración de la intermediación financiera, y la poca diversidad y opciones de productos especializados dirigidos a pequeñas empresas.

¿Cómo describiría la transición de la libreta de ahorros al dinero virtual?
El paso de la libreta de ahorros al dinero virtual, y en general la aparición y auge de los medios de pago electrónicos es uno de los pasos más grandes en la historia de la industria bancaria, ya que si bien a lo largo del tiempo se ha dado una modernización natural del sector, nunca se prescindió del "papel", del medio de pago físico. En ese sentido, los cambios actuales representan una revolución, que está siendo llevado a cabo a gran velocidad, y que sin lugar a dudas está cambiando los patrones de consumo de la actual generación y de las venideras.

El dinero virtual se convertirá en el futuro en el medio de pago preponderante, trayendo consigo una serie de beneficios tanto para el usuario, como para las entidades y la economía en general. Por un lado, el usuario podrá realizar operaciones con total seguridad, reduciéndose a 0% la posibilidad de recibir billetes falsos, además de estar menos expuestos a la delincuencia al no cargar efectivo, y de crear un historial dentro del sistema financiero que le permitirán acceder a más productos financieros.

Asimismo, las entidades financieras podrán conocer los flujos de sus clientes con mayor exactitud, información que puede ser usada para ofertar productos a la medida de sus clientes y a su vez medir con mayor exactitud el riesgo de no pago, lo que a sus vez reduce el costo del crédito; del mismo modo el menor manejo de efectivo reduce una serie de costos a las entidades.

De igual manera, para la economía en conjunto, el mayor uso de pagos virtuales incentiva a los comercios a contar con la infraestructura necesaria para recibir dichos pagos, lo que implica contar con un negocio formal, por lo que la tasa de formalidad podría verse aumentada, y al mismo tiempo el nivel de recaudación tributaria.

Y con respecto a tarjetas de crédito ¿quiénes las poseían en ese entonces?
La tarjeta de crédito, la cual se introdujo en nuestro país a inicios de los 80, se convirtió en un producto muy exclusivo, especialmente hacia finales de los 80 e inicios de los 90, que solo algunas personas de niveles socioeconómicos altos poseían. La escasez de dicho producto no solo era debido a que muy pocas personas podían acceder a ellas sino porque los locales comerciales en Perú casi no poseían la infraestructura para recibir pagos con dicho medio.

¿Qué representaba el terrorismo para la banca?
El terrorismo fue uno de los grandes lastres para la sociedad peruana, así como para la economía y para el desarrollo del sistema financiero. La inseguridad provocada por los constantes ataques de los grupos terroristas fue sin lugar a dudas una de las razones para el terrible desempeño económico de nuestro país, ya que en muchos casos los ataques se dirigían a objetivos económicos, como sistemas de transmisión y generación eléctrica, puentes, carreteras, además de fábricas y edificios, lo cual complicó el adecuado funcionamiento de muchas actividades productivas.

En ese contexto, las actividades de intermediación financiera se hicieron muy difíciles, debido a que estos riesgos afectaban decididamente la capacidad de pago de las personas y empresas, por lo que la irrecuperabilidad de los créditos era bastante alta en dicha época.

Así, el sistema financiero era el reflejo de lo que sucedía en la economía, y al no irle bien a ésta última, se arrastraba al sistema financiero a la mediocridad. La no existencia de sujetos de créditos por los problemas descritos no permitía el desarrollo de la industria. Por lo tanto, aparte de los problemas descritos en la primera respuesta, este fue uno adicional y muy perverso.

Microfinanzas en los 90

La información sobre entidades microfinancieras es mucho más escasa aún para dicha época. Si bien no se cuentan con cifras oficiales, para 1990 sí existían cooperativas de ahorro y crédito, así como la Caja Municipal de Piura, la cual fue la primera entidad de ese tipo en ser creada por el Estado, sin embargo su participación en el mercado era ínfima, debido a los grandes problemas de liquidez que tenían por la alta inflación, situación que fue licuando los ahorros de las personas.

La nueva Ley de Bancos también trajo consigo cambios estructurales en el sector microfinanciero. Así, el nuevo marco normativo daba a las instituciones de microfinanzas mayor atención que la legislación anterior y establecía regulaciones específicas para las mutuales, cajas rurales, cajas municipales y cooperativas de ahorro y crédito.

Al definir y normar a las instituciones microfinancieras, la ley señaló la inclusión de los créditos a las pequeñas y microempresas en el sistema financiero y abrió las puertas para los préstamos de Cofide a las instituciones microfinancieras. Del mismo modo, se incluyeron varias medidas que mejoraron el manejo del riesgo en las instituciones de microfinanzas y otras instituciones financieras. Por primera vez se estableció que la evaluación del riesgo debía basarse en la capacidad del cliente para pagar y que las garantías serían solo una opción para asegurar la recuperación de un crédito.

Esto obligó a las instituciones financieras a cambiar su método de evaluación de créditos y a examinar no sólo activos sino también el flujo de caja, los ingresos, el valor de los activos después de pagadas todas las deudas, para determinar así la capacidad del deudor de honrar su deuda. La ley dispuso también que la SBS no autorizaría entidades financieras que tuvieran una cartera concentrada en una sola actividad económica. Esto significaba, por ejemplo, que las cajas rurales, tenían que diversificar sus carteras de préstamos, ampliar su enfoque más allá de la producción agrícola y otorgar créditos a otros tipos de actividad económica.

Asimismo, una serie de factores relevantes han permitido el desarrollo de las microfinanzas, posibilitando así que pequeñas unidades productivas accedan al financiamiento formal.

Entre estos factores se tienen los cambios regulatorios en beneficio de la microfinanzas por parte de la SBS, la libertad en el sistema financiero para determinar tasas de interés y comisiones y asignar sus recursos, la no restricción formal para el otorgamiento del microcrédito, un marco legal para la protección del usuario y transparencia de información; complementado con programas de educación financiera, la existencia de Centrales de Riesgos con información completa (positiva y negativa), detallada y oportuna, un Fondo de Seguro de Depósitos aplicable a todas las empresas autorizadas a captar depósitos del público, una política estatal de apoyo a la microempresa, con acciones articuladas en diversos campos, pero conservando el Estado un rol subsidiario, y un entorno macroeconómico robusto, positivo y estable.

Entre los cambios regulatorios de la SBS en beneficio de las microfinanzas que se nombraron líneas arriba se tiene la simplificación regulatoria del microcrédito, reconocimiento del carácter informal de los negocios, regulación de cajeros corresponsales, simplificación de procedimientos para la apertura, conversión, traslado o cierre de oficinas y de locales compartidos, regulación del riesgo de sobre endeudamiento, Ley de Dinero Electrónico, y recientemente la supervisión de las Cooperativas de Ahorro y Crédito. Otro factor que seguramente a futuro cobrará gran relevancia serán las Fintech y su marco regulatorio, de tal manera que fomente la innovación e inclusión financiera, procurando resguardar la solidez del sistema financiero.

Con la reforma del sistema financiero, materializada a través de la nueva Ley de Bancos, se estableció lo siguiente:

  1. la desregulación financiera mediante la eliminación de controles en la asignación del crédito y los límites sobre las tasas de interés;
  2. la apertura a la inversión extranjera, la cual está sujeta en la actualidad a los mismos derechos y obligaciones que los inversionistas locales;
  3. la elevación de los capitales mínimos, para prevenir las situaciones de insolvencia, mediante la fijación de estándares similares a los de Basilea;
  4. la ampliación de las facultades de los intermediarios financieros al introducir el concepto de Banca Múltiple, lo que permite a los bancos realizar una serie de actividades, algunas a través de filiales;
  5. la privatización de la banca y el impedimento de que el Estado sea propietario de empresas financieras de primer piso (tales como bancos múltiples u otros intermediarios financieros);
  6. el establecimiento de mecanismos específicos para la resolución de crisis bancarias y la ampliación de las facultades de sanción de la SBS;
  7. la introducción del tema de riesgo de mercado, reconociendo la necesidad de que los bancos destinen parte de su patrimonio para cubrirlo;
  8. incluir la facultad a la SBS para realizar la supervisión consolidada de los grupos financieros;
  9. se introduce un marco legal sobre lavado de dinero.