Redacción Gestión

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Las plantas térmicas ubicadas en Chilca, que representan el 50% de la capacidad eléctrica instalada en el país, se paralizarían si la regulación ambiental le exige una valla muy baja de límites máximos de emisiones, advirtió el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional ().

En Chilca, al sur de Lima, operan las termoeléctricas Kallpa Generación, Termochilca, Duke Energy, Enersur y Fénix Power.

"Si les fijan algún límite muy bajo de ciertas emisiones, ninguna térmica cumpliría. Estamos hablando de todas las plantas de gas natural que existen en Chilca, la mitad de la potencia instalada del sistema eléctrico peruano. Es significativo", opinó su presidente, .

Mencionó que los primeros límites máximos de calidad de aire que propuso el Gobierno sorprendieron al sector. Incluso, las empresas entablaron comunicación con el para "encontrar un camino intermedio".

Butrón exhortó al Gobierno a que los "cambios no sean bruscos e inmediatos", sino más bien escalonados. "Para las nuevas plantas, la solución es clara: tienen que construirse cumpliendo los límites. Pero qué hacer con una planta que está diez o veinte años, no cumple con el límite y se le necesita para el sistema. Lo mejor es buscar un mecanismo transitorio".

El presidente del COES habló también de que el Gobierno les reconozca su inversión en cumplir los nuevos estándares, "porque cuando iniciaron sus operaciones no había esa regla".

Mencionó que hay límites máximos para distintos tipos de contaminantes, entre los que les afectarían los de nitrógeno y CO2."Es una decisión compleja reconoció Butrón, porque se requiere electricidad y al mismo tiempo se quiere ".