Consumo eléctrico de industrias y minas cae en últimos dos meses, ¿reflejo de la economía?

De acuerdo con el estudio Prospectiva del Sector Eléctrico, elaborado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la producción eléctrica fue de 5,115 gigavatios por hora (GWh) al cierre de noviembre , un crecimiento de apenas 0.4% respecto a igual mes del 2022.

Ese documento también hace una proyección de la producción total nacional de electricidad (incluyendo el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional y sistemas aislados) para diciembre, que sería de 5,461 GWh.

Con ello, el Minem -a través de su estudio- proyecta que en todo el 2023 la generación de esa energía sumaría 62,112 GWh, lo que significaría un crecimiento del 4% respecto a la generación acumulada durante el 2022.

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El análisis

Macroconsult proyecta que este año la generación eléctrica podría crecer en 4.5% (por encima del 4% que estima el Minem) con respecto al 2022, año en que, a su vez, el crecimiento había sido del 3.8%.

Sin embargo, Diego Díaz, socio de la firma consultora, advirtió que pese al crecimiento anual estimado, la demanda de la energía en general se desaceleró en el último trimestre, hasta crecer 0% en diciembre.

Haciendo un recuento del año, Díaz indicó que en el primer semestre el crecimiento de dicha demanda fue considerado muy bueno, en torno al 6.4%, pero desde el segundo semestre se fue frenando, ligado al enfriamiento de la economía, cerrando los dos últimos meses del año con un crecimiento nulo.

Más allá del nulo crecimiento, en noviembre y diciembre, advirtió, hubo una caída del 2% en la demanda de la electricidad por parte de los sectores minero e industrial (conocidos como grandes usuarios).

En el caso de la minería, esta situación se produce, según indicó, a pesar de que en la mayor parte del año la producción minera, particularmente la del cobre, ha venido creciendo (acumula un aumento en 14.3% en los primeros diez meses).

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¿Qué pasó con el consumo de la minería?

Díaz explicó que el crecimiento de la demanda en minería (que alcanzó su pico en marzo) se dio por efecto de la entrada en producción de la mina Quellaveco, que comenzó a operar a fines del 2022.

Si bien el desempeño de esa unidad cuprífera impulsó al sector minero a lo largo del año, en noviembre y diciembre su efecto -como base comparativa- se empezó a “licuar”, es decir, se agotó, de forma que el 2024 el efecto Quellaveco ya casi no se va a percibir.

Además, la producción de otras minas tiene niveles planos, normales, de demanda (de electricidad) y en algunos casos incluso están cayendo un poco, lo cual también implica -coincidió- en que la minería, si se le quita el efecto Quellaveco, se ha estancado.

“Lo que había impulsado la demanda en todo el año fue la minería, pero ese impulso ya no está. Para el próximo año nuestro equipo está proyectando que el crecimiento de la demanda eléctrica, en general, va a ser de menos de 3%”, proyectó.

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Industria

A nivel de grandes usuarios industriales, el experto en energía indicó que la demanda de electricidad de varios rubros de la manufactura ha registrado caídas incluso de dos dígitos.

Citó el caso de las empresas productoras de cemento, cuyo consumo eléctrico cayó en 11% en noviembre, el mismo porcentaje en que se contrajo en igual periodo en las empresas que fabrican acero.

Eso, observó, refleja el impacto negativo que está teniendo la actividad de la construcción, que siguió golpeado en noviembre, y posiblemente en diciembre continúe igual.

Añadió que el sector de la producción de alimentos también ha visto una caída en ese tipo de demanda en noviembre, del 10%; al igual que la industria textil.

“El sector manufacturero está pasando ya por varios meses de recesión. Casi todo el año ha estado en esa situación, y eso se ve reflejado también en la demanda eléctrica de esos sectores”, apuntó.

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SOBRE EL AUTOR

Elías García

Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.