Evaluar el costo de las medidas de contención sobre la actividad económica requiere usar datos de alta frecuencia sobre la misma, sostiene un informe publicado por el Banco Mundial que lleva el título "La Economía en los Tiempos del COVID-19".
El documento señala que ejemplos de este tipo de información incluyen datos de luz nocturna obtenidos por satélite, el consumo de electricidad o el número de viajes diarios en aplicaciones para el uso compartido de vehículos.
Para este informe, el indicador de alta frecuencia seleccionado fue el nivel de dióxido de nitrógeno (NO2), medido a través de imágenes satelitales. Estas emisiones están altamente correlacionadas con la combustión activa de vehículos y maquinaria.
“Los resultados confirman que las medidas generales para contener la epidemia de COVID-19 condujeron a descensos drásticos en la actividad económica”, detalla la investigación que dirigió Martín Rama, jefe de Economistas del organismo multilateral.
Las emisiones de NO2 proporcionan una medida cruda del impacto de las medidas de contención en la actividad económica. “Como ya se ha dicho, estas emisiones provienen de la actividad humana, principalmente de escapes de vehículos y chimeneas industriales”, precisa.
Dos de los brotes de COVID-19 más graves han tenido lugar en China e Italia. El nivel diario de emisiones de NO2 en estos dos países se puede evaluar a lo largo del tiempo, a medida que se adoptan medidas de contención.
En ambos casos, las medidas de contención son coincidentes con disminuciones sustanciales en las emisiones; por ende, probablemente en la actividad económica. Los datos también sugieren que el distanciamiento físico espontáneo podría haber precedido a la adopción de medidas de contención por unos días.
Para este informe, se realizó un análisis de mayor rigurosidad de la relación entre las emisiones de NO2 y las medidas de contención para frenar la propagación de la epidemia de coronavirus. El análisis se basó en datos de 25 países, para los cuales se conoce la cronología de las medidas de contención, excluyendo Suecia y Uruguay debido a la falta de datos fiables sobre NO2 en ambos casos.
La evaluación empírica que realizó el Banco Mundial utilizó una especificación dinámica en la que el nivel de emisiones de NO2 en cualquier momento dado depende de medidas de contención vigentes y previas.
“Los resultados de este análisis muestran que las medidas generales de contención están asociadas con disminuciones fuertes y estadísticamente significativas en las emisiones de NO2, y su impacto es aún mayor cuatro semanas después de su adopción”, subraya el estudio.
Las medidas dirigidas también tienen un impacto negativo en la actividad económica, medida por las emisiones de NO2. Pero su impacto es menor en términos absolutos; se vuelve menos significativo dos semanas después de su adopción, y al final alcanza niveles estadísticos poco significativos.