(Foto: Archivo El Comercio)
(Foto: Archivo El Comercio)

El monto investigado por actividades de lavado de activos en el Perú sumó US$ 2,280 millones entre noviembre del 2018 y octubre del 2019, según estadísticas de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), institución adscrita a la SBS. Son 55 los Informes de Inteligencia Financiera (IIF) emitidos por la UIF, que involucran dicho monto y que fueron enviados al Ministerio Público.

El IIF es un documento de carácter confidencial que contiene información que la UIF presume que está vinculada al lavado de activos o al financiamiento del terrorismo. En los últimos 12 meses, el principal delito fuente de los fondos sospechosos de blanqueo de dinero ha sido la minería ilegal, de donde provendrían US$ 1,252 millones.

Asimismo, la evasión tributaria se ha convertido en el segundo origen del posible dinero sucio en este periodo. El monto de lavado cuyo delito precedente habría sido la defraudación tributaria totalizó US$ 845 millones, según la UIF. Hasta hace unos meses, la corrupción de funcionarios ocupaba ese segundo puesto como fuente de origen del lavado.

Además, se sospecha del lavado de US$ 85 millones ligados al contrabando y US$ 57 millones vinculados al tráfico ilícito de drogas.

-Casos-

Una explicación de la mayor incidencia de la defraudación tributaria como delito precedente del blanqueo de dinero en los últimos 12 meses tiene que ver con la muy estrecha coordinación entre Sunat y la UIF para tratar de identificar esos casos, sostuvo Sergio Espinosa, superintendente adjunto de la UIF.

“Hemos empezado a hacer algo que creo muy provechoso, que es tener gente de una entidad sentada en la otra, lo cual nos permite conocer de forma muy cercana cómo se hace el trabajo y después llevar los casos a un lado o al otro”, indicó.

En el mismo sentido, el abogado tributarista, Jorge Picón, estimó que la mayor cooperación entre la UIF y Sunat permitió aumentar las fuentes de información para los casos de lavado.

-Odebrecht-

Carlos Caro, socio del estudio Caro & Asociados, refirió que cuando los sujetos obligados a reportar no descubren el delito fuente de una operación sospechosa de lavado suelen atribuirla al delito tributario.

Destacó también que a partir del caso Odebrecht los bancos han generado varios reportes de operaciones sospechosas durante este año.

Espinosa refirió que en el análisis de operaciones sospechosas, la UIF trata de encontrar movimientos de dinero que no tengan ninguna explicación y que no se traduzcan en impuestos pagados a la Sunat. “Eso puede generar una investigación de lavado vinculado a evasión tributaria”, afirmó.

-Tres formas-

Son tres las grandes formas de defraudación en Perú, indicó Picón. La primera es el ocultamiento del hecho gravado, es decir no declarar ventas, que es una defraudación sencilla, pero masiva. La segunda es manipular la base imponible para pagar menor impuestos, y tiene que ver con la compra de facturas. Y la tercera fórmula de evasión es desaparecer el patrimonio para no pagarle al fisco, dijo el especialista.

Uno de los mecanismos para defraudar al fisco es el uso de cuentas offshore, detalló Caro. Una persona que le vende a una compañía en China puede coordinar con esta para que la facturación la pague 50% en Perú y 50% en la cuenta offshore.

Para lavar el dinero los evasores se valen de testaferros, a cuyos nombres ponen propiedades, detalló Picón. Pero también suelen comprar propiedades sin formalizar la transacción (no elevan la escritura pública) o adquieren, sobre todo en provincias, inmuebles, pagando una parte del valor del mismo con efectivo y por debajo de la mesa, añadió.

-Bancos lideran otra vez reportes de operaciones sospechosas-

El número de reportes de operaciones sospechosas (ROS) recibidos por la UIF entre enero y octubre ascendió a 12,989. Los ROS son documentos elaborados y comunicados por los sujetos obligados a reportar cuando detectan indicios de lavado de activos o de financiamiento del terrorismo.

Los bancos recuperaron el liderazgo como las entidades que, porcentualmente, más ROS envían a la UIF (33%). En el 2018 habían sido superados por los notarios, y a inicios del 2019, por las empresas de transferencia de fondos.

Los casos de corrupción destapados en los últimos años, han vuelto más severos a los bancos a la hora de hacer sus reportes de operaciones sospechosas de blanqueo de dinero, señaló Jorge Picón. Ello también hace aumentar el número de ROS que envían a la UIF, dijo. En general, la UIF está marcando una presencia mucho más fuerte en el país tras esos casos de corrupción, sostuvo.

TAGS RELACIONADOS