(Foto: Grupo EC)
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El crédito de consumo acumula 21 meses de crecimiento por encima del 10% y se perfila como la modalidad de financiamiento más dinámica en todo el 2019.

A octubre último, los préstamos de consumo otorgados por las entidades financieras sumaron S/ 78,976 millones, monto que representa una expansión de 13% respecto a igual periodo del 2018, según datos del . A la misma fecha, los créditos hipotecarios totalizaron S/ 51,636 millones, con un avance anual de 9%.

Un reciente reporte de señala que la deuda promedio de los hogares peruanos alcanzó en agosto de este año un nivel récord de S/ 22,300 (US$ 6,700). Desde el 2010, la deuda de las familias aumenta constantemente a una tasa de crecimiento anual compuesta de 6.4%, indica el informe.

Si bien dicho nivel está por debajo de los países pares del Perú, Moody’s advirtió que en un escenario de desaceleración de la economía la elevada deuda de los hogares podría incrementar los préstamos morosos de la banca y los costos de provisiones para esta última.

“El endeudamiento de las familias está llegando a niveles preocupantes. El crédito de consumo está creciendo bastante fuerte, pero al mismo tiempo hay mucha gente buscando empleo y los precios de los inmuebles bajan”, dijo un gerente del sector financiero que prefirió el anonimato. “Podría haber una alerta ahí que debe monitorearse, pues no se sabe qué puede pasar el próximo año”, añadió.

Tren de vida

En el mismo sentido, Jorge Olcese, consultor y catedrático de Finanzas, indicó que la expansión de los créditos de consumo no guarda relación con el avance que registra la capacidad de pago de los clientes. “A mi parecer, el endeudamiento de las personas es muy fuerte, y si las condiciones del mercado de trabajo y del nivel de ingreso se mantienen o empeoran en los próximos seis meses, los préstamos se podrían incumplir”, estimó Olcese, quien también fue intendente de Riesgo de la SBS.

Moody’s enfatizó que, según la , los hogares destinan, en promedio, un poco más de la cuarta parte de sus ingresos al pago de créditos (de consumo e hipotecarios).

Más aún, el 25% de las familias registra deudas equivalentes al 38% de sus ingresos (Gestión 22.05.2019).

En un entorno en el que el empleo y las remuneraciones crecen más lentamente, las familias, para mantener su tren de vida, han optado por tomar más créditos, sostuvo Walter Leyva, profesor en Microfinanzas en la Universidad ESAN. “Pero si esta situación se mantiene en el tiempo se puede volver peligrosa porque el crecimiento del crédito de consumo no tendría sustento económico”, afirmó.

Laxos

Las personas que acuden a la banca por un préstamo para mantener sus niveles de gasto deberían ser bien evaluadas, en el marco de una adecuada gestión de riesgos, indicó Olcese. “Pero los bancos están muy laxos”, opinó.

El exceso de liquidez en el sistema financiero puede estar generando un mayor apetito de esas instituciones por prestar, lo que estaría llevándolas a relajar sus políticas de crédito, advirtió un ejecutivo del sector.

Sin embargo, Renzo Rossini, gerente general del BCR, declaró a Gestión hace unos días que el tamaño total del crédito de consumo en el Perú es pequeño, y añadió que no hay evidencias de sobreendeudamiento. “No se ven datos de personas con cuatro o más tarjetas, eso no se ha disparado”, dijo.

Cifras

5.3

MILLONES eran los deudores de créditos de consumo, a agosto último.

9.8%

DEL PBI representan los créditos de consumo del sistema financiero.

Recomiendan políticas de crédito más preventivas

Moody’s prevé que las recientes medidas económicas del Gobierno limitarán los riesgos para los bancos, sobre todo a los que están más expuestos a créditos de consumo e hipotecarios.

Según el reporte de la calificadora de riesgo, Scotiabank registró el 20% de los préstamos de consumo de todo el sistema financiero a setiembre último, lo que representa el 40% de su cartera. Interbank reportó el 18% de los préstamos de consumo del sistema, a la misma fecha, lo que equivale aproximadamente el 55% de su exposición total.

Jorge Olcese, consultor y catedrático en Finanzas, estimó que si el empleo y los ingresos no mejoran, sobre todo las entidades financieras pequeñas y medianas se perjudicarían con un aumento de la morosidad. “Deberían tener políticas de crédito mucho más preventivas respecto de la capacidad de pago de los actuales y futuros clientes de consumo”, recomendó.


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