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Guadalupe Gamboa
Luego de un 2023 con el peor resultado en casi una década para el sector de pesca, que tuvo caída cercana a 20% debido al fenómeno de El Niño, el presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Eduardo Ferreyros, sostiene que son optimistas para este año. Sin embargo, advierte que se necesita mayor apoyo y comunicación por parte del Ministerio de la Producción (Produce).
Gestión conversó con Ferreyros para conocer las expectativas del sector tras un año “en rojo”. Además, cómo camina el diálogo con las actuales autoridades de las carteras que deberían ser un apoyo para la actividad. Sepa los detalles en esta entrevista.
- ¿Cuál es el balance del 2023? ¿La segunda temporada de pesca en la zona norte - centro hacia el cierre del año pasado mejoró la situación?
Ha sido uno de los años más duros. El sector cayó 20% con la falta de una primera temporada de pesca que ocasionó que se dejen de exportar US$ 1,400 millones y varias empresas que ya tenían compromisos han tenido que reajustarse y endeudarse. La decisión de abrir la segunda temporada de pesca se tomó tardíamente, se asignó una cuota pequeña, y tuvo que cerrarse porque comenzaba el desove (reproducción de los peces). (La segunda temporada) ayudó un poco, pero no solucionó el problema.
En el sur antes había 13 plantas, ahora solo quedan tres, se han perdido miles de puestos de trabajo. Todas las empresas en el 2023 han terminado “en rojo”. Aún así (para el 2024) somos positivos.
-En diciembre del 2023 el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) proyectó un crecimiento de 10.5% para la pesca este año, ¿cuáles son sus expectativas de crecimiento para el 2024?, ¿coinciden con la estimación del BCRP?
El crucero del centro - norte para la primera temporada inició a mediados de febrero y termina a fines de marzo, según la información que tenemos nosotros de este crucero, hasta ahora los resultados son positivos. Todo parece indicar que las condiciones están perfectamente dadas. Nos dicen que el tema climático se ha normalizado, que se va a enfriar el mar.
Es difícil poder adelantarse, pero por un “efecto rebote” -tras la caída del año pasado- si las cosas se dan como hasta ahora, totalmente favorables, hasta podríamos crecer un poco más (de lo proyectado por el BCRP). Para eso tenemos que tener una autoridad que esté pendiente de lo que está pasando, abrir la temporada oportunamente en los primeros días de abril. Somos optimistas, pero Produce es quien finalmente toma las decisiones para que inicie la temporada lo antes posible.
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- ¿Cuál es su percepción sobre la gestión actual del Produce? ¿Se está haciendo algo para fortalecer el sector?
En mi opinión, en Produce, que trabaja con información que el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) le envía y le recomienda escenarios, han estado bastante temerosos.
Lo que le pedimos siempre a la ministra (Ana María Choquehuanca) es mantener un mejor nivel de comunicación, estar enterados de qué decisión se van a tomar, qué está sucediendo. De tanto en tanto nos reunimos con el equipo de Imarpe, con la ministra de la Producción, pero todos tenemos que hacer nuestro trabajo para impulsar a que la pesca industrial se reactive.
- ¿Qué pediría a la ministra de la Producción, al sector, para que este año no retrocedan nuevamente?
Diría que la ministra debería ponerle más atención al sector de pesca industrial, que es muy importante. Lo que pedimos es tener una mejor comunicación, más fluida, tener información a tiempo. Además, cuando llegue la información del Imarpe haciendo las recomendaciones al Produce, que se tomen decisiones rápidas y oportunas. Las condiciones pueden cambiar rápidamente, si no se toman a tiempo se pierden temporadas de pesca y eso genera pérdidas de divisas.
- ¿Han planteado alguna otra medida que consideren necesaria para impulsar el sector tras un año en rojo?
Al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le hemos pedido ciertas medidas que son de carácter tributario. Por ejemplo, que nos exoneren dos años del pago del Impuesto Temporal a los Activos Netos (ITAN). Son temas que tienen que ver con el MEF, así que vamos a tener reuniones.
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- ¿Consideran que debería haber un cambio en la norma para que puedan pescar más cerca de la orilla en la zona sur del país?
Las 5 millas son un área reservada para la pesca artesanal y de pequeña escala. En el tema del sur antes había ventanas de oportunidades y nosotros consideramos que podría haber excepciones cuando las condiciones estén dadas.
La pesca en el sur está destruida, se han perdido miles de empleos y varias plantas, toda la anchoveta está pasando a Chile, deberíamos tener las mismas regulaciones que el país vecino.
- ¿Exactamente qué medidas que toman en Chile se podrían replicar aquí?
Chile tiene regulaciones que les permite pescar todo el año y solo dejan de pescar cuando comienza el desove. En mi opinión la zona sur debería estar abierta todo el año, con medidas adaptativas. El tamaño mínimo legal que se utiliza en Chile es adaptativo, según lo que científicamente encuentran en la biomasa. Pero, hay que tener en cuenta que es una biomasa que compartimos.
Nosotros tenemos una regulación que viene del 2012 y entorpecen la pesca en el sur y está haciendo que todo el sur esté quebrando.
- Ahora hay expectativa de que pueda ocurrir un fenómeno de La Niña, ¿qué esperaría el gremio ante este escenario?
Eso no debe afectar las condiciones climáticas, (La Niña) ha sido positivo para el sector en anteriores temporadas. No veo ningún riesgo, todas las condiciones están dadas para que haya una primera buena temporada.
- Ahora un estudio indica que se podría reducir la talla de anchoveta, ¿qué opina al respecto?
La talla mínima legal para la captura de anchoveta por la flota industrial es de 12 centímetros, una medida consignada hace muchas décadas sin ningún estudio científico que lo respalde. En esa época se consideraba que, a esa talla, la anchoveta recién se reproducía.
Hemos solicitado al Imarpe que publique el estudio realizado en la zona sur del país, el cual concluye, preliminarmente, que la anchoveta desova desde los 10.5 centímetros. Ahora lo que corresponde es que la institución inicie el mismo estudio para la zona centro norte, toda vez que debe alcanzar la información para que Produce determine cuál debería ser la talla mínima legal para la captura de anchoveta en las condiciones actuales, que son muy diferentes a las de hace 50 o 60 años atrás.
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