El panorama global se comienza a presentar auspicioso para el 2021 y la rentabilidad-riesgo gana atractivo de cara al primer trimestre, pero no se puede descartar un escenario pesimista frente a una crisis sin precedentes.
El panorama global se comienza a presentar auspicioso para el 2021 y la rentabilidad-riesgo gana atractivo de cara al primer trimestre, pero no se puede descartar un escenario pesimista frente a una crisis sin precedentes.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el PBI mundial crecería 5.2%, luego de la caída de -4.4% en el 2020. Este fuerte rebote se explica por la naturaleza de la crisis del Covid-19. Las crisis más recientes fueron el resultado de caídas de los precios de los activos y otros choques financieros, cuyos efectos negativos sobre la actividad tardaron en desarrollarse y aún más en recuperarse. En el caso del Covid-19, si bien tuvo un efecto enorme e inmediato sobre la producción, sus efectos serán también rápidamente reversibles.