Aunque esta crisis mundial será conocida como la recesión del confinamiento, algunos países tomaron medidas más estrictas al momento de establecer sus cuarentenas, como en el Perú. La caída de 14% proyectada para el PBI peruano, según Macroconsult, está explicada más por las decisiones tomadas por el Ejecutivo a mediados de marzo, que por el impacto negativo del contexto internacional.
“Básicamente, la recesión peruana tiene un corte más local, ha sido diseñada en casa (...) ¿Quiénes están siendo los más golpeados en este contexto? Naturalmente, el sector privado, porque el sector público no agrega valor”, señaló Elmer Cuba, socio de Macroconsult, en un evento organizado por ADEX.
A causa del impacto de la cuarentena estricta en el sector privado (muchas empresas continuaron asumiendo costos fijos pese a estar paralizadas y el empleo e ingresos se contrajeron); los ingresos tributarios empezaron a caer.
Según Cuba, este año se recaudarán US$ 12,000 millones menos, “porque el Ministerio de Economía está recibiendo de su propia medicina por una recesión diseñada por el Gabinete Zeballos”.
“Es decir, el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF) era de US$ 5,500 millones y ahora esta caída de ingresos es más del doble que eso, y obligará a que el Perú nuevamente se endeude en los mercados internacionales. Hasta ahora, desde el MEF se está poniendo un décimo de lo que están poniendo los privados para salir de este problema”, remarcó.
En otro momento, el economista refirió que el Perú sí ha tenido planes ambiciosos, como el programa Reactiva Perú o el bono para no salir de casa, pero fueron medidas “para tapar el error inicial”. “El pecado original fue justamente esta cuarentena formal tan amplia y duradera, que ha terminado doblegando al país y sus cuentas fiscales”, subrayó.
El déficit fiscal
Y mientras los ingresos se reducen, el gasto continúa. Es así que ya diferentes analistas han estimado que el déficit fiscal será de 10% del PBI este año y, según Cuba, el próximo año estará en 5% del PBI.
Esto quiere decir que el próximo Gobierno tendrá que reconstruir las finanzas públicas y no tendrá grado de libertad. Agregó que este camino hacia la consolidación fiscal debe enfocarse, en parte, en bajar la evasión tributaria del IGV y el Impuesto a la Renta, y no en aumentar las tasas impositivas.
La recuperación
En el caso de la minería, la pesca y la agroexportación, son sectores que ya se están recuperando, pero hay otros que han sido fuertemente golpeados, como comercio, servicios e industria. “La economía peruana va a recuperar los niveles productivos del 2019 recién en el 2022, porque si caemos este año 14% y el otro año crecemos 10%, aún vamos a estar por debajo del 2019. Tendríamos que crecer 6% en el 2022”, anotó.
Si bien se está saliendo paulatinamente del choque de oferta, todavía no se termina, en tanto ya el Perú ha entrado a un choque de demanda. “El empleo no va a caer 50% en el año, pero caería 15% y los salarios también se van a contraer. Además, la pobreza monetaria va a saltar de 20% el año pasado a 28% este año”, remarcó.
Pobreza
El 2021 sería mejor que el 2020, pero lamentablemente se arrastrarán cambios en la estructura socioeconómica peruana, donde la clase media vulnerable pasará a la pobreza. “¿Cómo lo hemos hecho los peruanos en este contexto? Lo hemos hecho mal. No somos el país que estaba más débil en la parte de salud pública y no teníamos la informalidad más alta en el mundo, pero vemos que hemos actuado mal”, subrayó.
Para el corto plazo, Cuba explicó que se tiene que impulsar la inversión pública de proyectos que ya están encaminados, así como continuar dando bonos a las familias pobres y pobres extremas hasta que exista una vacuna. “Además, hay que evitar “el hostigamiento a los privados desde el Congreso”, citó.
Hacia adelante, dado que el mercado interno no va a recuperarse tan rápido, la inversión en sectores exportadores (como minería y agroindustria) es la que va a sostener al país. A esto se tendría que sumar un nuevo Gobierno y Congreso responsables.
Luis Carranza: Hay necesidad de facilitarles la vida a las pymes
Luis Carranza, presidente ejecutivo de la CAF, señaló que la productividad en América Latina tiene que verse desde el punto de vista de la asignación de recursos, pero fundamentalmente de cómo les facilitamos la vida a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, disminuyendo sus costos de hacer negocios, de instalación, logísticos, para que crezcan.
“En Perú, podemos ver el caso de la agroexportación, que es un ejemplo para el mundo, pero aún existen dudas sobre cómo mejorar la productividad en un sector con alta concentración de empleo y un importante aporte a exportaciones no tradicionales”, observó.
Carranza consideró que tenemos una distribución bimodal: en las microempresas tenemos alta concentración de empleo, mientras que empresas con más de 100 trabajadores, hay alta concentración de producción. Pero, en el medio, tenemos un valle desierto, de pequeñas y medianas, un mundo difícil de sobrevivir.