Un grupo de representantes de organizaciones comunitarias protesta contra Amazon por vender su sistema de reconocimiento facial al gobierno. (Foto: AP)
Un grupo de representantes de organizaciones comunitarias protesta contra Amazon por vender su sistema de reconocimiento facial al gobierno. (Foto: AP)

Un grupo minoritario de accionistas del gigante electrónico reclamó al fundador y consejero delegado de la compañía, Jeff Bezos, que ponga fin al polémico programa de reconocimiento facial que desarrolla la empresa, por suponer una amenaza para la privacidad de los ciudadanos.

Los 19 accionistas, que no representan suficiente poder de voto en la empresa para forzar un cambio, instaron a Bezos en una carta que esta tecnología "podría representar una amenaza a la privacidad (para la sociedad) y un riesgo financiero (para la empresa)", según varios medios de comunicación locales.

El programa en cuestión, llamado Rekognition, ofrece un análisis facial de alta precisión que permite detectar, analizar y comparar rostros para una amplia variedad de usos, "como la verificación de un usuario, la catalogación y el recuento de personas y para casos de seguridad pública", detalla Amazon en su descripción del sistema.

Esta herramienta, lanzada a finales del 2016, ya está siendo usada estados como Oregón y Florida, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), y se espera que más autoridades estadounidenses tengan acceso a la misma próximamente.

En su misiva, los accionistas mostraron una "profunda preocupación" de que este programa pueda violar los derechos civiles y humanos, y advirtieron de que pueda ser utilizado para atacar y vigilar "de manera desproporcionada" a las minorías.

Este toque de atención a Bezos llegó varias semanas después de que la ACLU criticara en un comunicado que este software podría emplearse "para controlar a inmigrantes" o para establecer quién "ha participado en una protesta".

El desarrollo de este tipo de programas es uno de los principales proyectos de las empresas tecnológicas para construir las llamadas ciudades inteligentes, puesto que facilitaría los mecanismos de seguridad de los usuarios, pero también serviría como una herramienta de mercadotecnia directo de inestimable utilidad.

Sin embargo, hasta el momento ninguna empresa ha conseguido desarrollar un sistema completamente fiable, tal y como quedó patente el año pasado cuando salió a la luz que un software de reconocimiento de imagen desarrollado por Google confundía con frecuencia a personas de raza negra con primates.