Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Por Stefano De Marzo

A mediados del año pasado, se filtró la idea de que la integración vertical en salud podía decantar en menores índices de calidad en la atención al paciente. Sin embargo, ello ha generado todo lo contrario. Las redes médicas que empiezan a desplegar sus centros a lo largo del país responden al incremento de la demanda por servicios de salud.

"De la mano de la nueva oferta de redes médicas integradas que ha aparecido en el mercado, existe un mercado enorme de personas con necesidades de salud por atender", señala Vicente Checa, vicepresidente de salud de Rimac Seguros. El dato es evidente, pero con el crecimiento de la economía viene también el crecimiento inminente de la industria de la salud.

"Con ello, han ido surgiendo más ofertas de planes y servicios de salud por parte de redes médicas que buscan consolidarse y estandarizar una calidad de servicio que les ayude a crecer y controlar costos", añade Luis Felipe Pinillos, gerente general de Auna.

La competencia ha obligado a las empresas a retarse en busca de mejores atenciones médicas a sus clientes. La oportunidad está en integrar los servicios para poder desarrollar productos locales a la medida de las necesidades. Asimismo, apunta hacia la eficiencia en los costos y la expansión hacia otras zonas del país con miras a enriquecer la oferta de salud fuera de Lima.

Abrir la barajaLa apuesta es, por un lado, una forma de ampliar la base de asegurados. "Comercializar el producto a familias que por primera vez compran un seguro médico", anota Gonzalo Vílchez, director de Unidad de Centros Médicos de Mapfre. "El objetivo es desarrollar una prestación médica costo-eficiente y que este beneficio sea trasladado al costo del seguro", añade, sobre el enfoque en eficiencia de las redes. Una obsesión por el servicio y la calidad que ha llevado a muchas de ellas a buscar certificarse según criterios de excelencia a nivel internacional.

Por un lado, Sanna, la red de clínicas de Pacífico, se ha asociado con Johns Hopkins Medicine International, institución médica que destaca por ser la cuna de grandes innovaciones médicas —no por nada cuentan con 15 premios Nóbel entre sus miembros—. Este contrato busca llevar a la red Sanna a alcanzar los mismos estándares del exigente mercado estadounidense.

Por su parte, la Clínica Internacional, propiedad de Rimac, se encuentra en proceso de obtener la acreditación Joint Commission International, considerada una de las certificaciones más exigentes en el mundo de la salud. "Un enfoque muy importante está en la calidad, tanto del servicio como de la atención médica", indica Checa. "Por ello, esperamos obtenerla (la Joint Commission International) para el año 2014", añade.

Lazos aseguradosLa proliferación de redes médicas fue, en un primer momento, parte del plan de las aseguradoras por contar con más oferta de atención para sus clientes. No obstante, al día de hoy las personas eligen con qué institución médica pueden tratarse, de acuerdo con el plan de seguros con el que cuentan. De esta manera, redes como Auna, que no poseen el respaldo de una aseguradora puede estar incluida en los planes de las empresas de seguros. "Queremos que la red Auna sea incluida en todos los planes de salud que ellas ofrecen y así más personas puedan beneficiarse de nuestros servicios", señala Pinillos.

Esto desbarata la teoría de que las aseguradoras estarían concentrando el mercado con sus clínicas. "Esto es una gran ventaja para los asegurados de Rimac y para el público en general, pues la Clínica Internacional no sólo presta servicios a Rimac, sino que trabaja con todas las EPS", señala Checa. De este modo, los asegurados —ya sea por cualquiera de las empresas aseguradoras del medio— pueden escoger con libertad adónde acudir a satisfacer sus necesidades médicas.

La integración permite, asimismo, lo interconexión digital de las sedes, el cual es uno de los beneficios que permiten las redes médicas. Como señala Checa, esto "facilita la implementación de programas de promoción y prevención de la salud, al mejorar la comunicación e información entre la clínica, la aseguradora y el paciente".

Apuesta paísSi bien la primera fase de este "boom de la redes médicas" se caracterizó por la adquisición de clínicas —Sanna y la Clínica Internacional compraron diversas instituciones médicas en Lima y provincias—, la siguiente fase se caracteriza por la apuesta por infraestructura propia. Una de las características más notables de esta integración vertical es la descentralización que emana de su proceso.

La competencia, del mismo modo, apuesta por provincias. "Con la finalidad de lograr el desarrollo de nuestra Red de Atención Médica Primaria, tenemos un plan de inversiones de S/. 29 millones que ha permitido iniciar operaciones en el Callao, Chiclayo y próximamente en Independencia, San Miguel, Ate, Arequipa y Trujillo", señala Vílchez, ejecutivo de Mapfre.

Por su lado, Auna, que cuenta entre sus ventajas con el respaldo de Oncosalud, ofrece departamentos de oncología de amplia experiencia. "Hace poco inauguramos la clínica Vallesur en Arequipa con una inversión de más de 15 millones de dólares y en Trujillo inauguraremos una clínica en las próximas semanas", indica Pinillos, al tiempo que adelanta que para el segundo semestre del 2014 estará lista la Clínica Delgado que tiene una inversión de más de 100 millones de dólares. "La proyección es que para el 2015 se amplíe la red a las ciudades de Chimbote, Huancayo, Ica, Tacna, Tarapoto, Pucallpa e Iquitos".

La industria de la salud es un sector que viene creciendo en los últimos años, de manera estrecha con el rumbo de la economía y el aumento del poder adquisitivo de las personas. Por ello, el reto de la excelencia médica ha evolucionado de manera natural a partir de la competencia. Sin duda, un enfoque que busca generar lealtad y preferencia en los consumidores, que en este caso son pacientes que buscan obtener el mejor servicio de salud que la oferta les pueda dar.