Construcción
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La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) informó que su junta ética viene evaluando los casos de las empresas involucradas en supuestos actos de corrupción, tras lo cual podría dictar una sanción que podría significar ser expulsadas del gremio.

Así lo adelantó a Gestión.pe el nuevo presidente de , Humberto Martínez.

“Nosotros hemos iniciado nuestra gestión el lunes. Y lo primero que hemos hecho es instalar la junta ética. El código de ética de la cámara es bastante estricto e indica que las empresas que hayan cometido algún acto ilícito tienen que ser inmediatamente separadas de Capeco”, subrayó.

Cabe anotar que en los últimos días se informó que entre tres a cuatro empresas constructoras se estarían convirtiendo en colaboradoras eficaces de la Fiscalía, en los casos Lava Jato y Club de la Construcción.

Ser colaborador eficaz implica, en primer lugar, reconocer que se ha cometido algún hecho ilícito. Y las empresas buscarían brindar información sobre sus casos, a cambio de beneficios en sus procesos judiciales.

Martínez indicó que la junta ética tomaría una decisión sobre estos casos este mes.

“Dentro de este mes nosotros deberíamos tener toda la información y las decisiones de la junta ética: Si decide sancionar a una empresa o si decide incluso suspenderla, por un periodo que puede ser indefinido”, anotó.

Impacto por crisis política
Por otro lado, Capeco advirtió que la actual crisis política que vive el país ya empezó a afectar las ventas de materiales destinados para la autoconstrucción de viviendas.

“Donde estamos viendo que se están retrasando las inversiones -pues es quien primero lo siente- es en el sector informal. Los vendedores de ladrillos están reportando que se les están empezando a retrasar un poco las ventas”, señaló el presidente de , Humberto Martínez.

“Quienes venden ladrillos en los barrios periféricos de Lima, para la autocostrucción, son los que primero sienten los efectos (de la crisis política)”, agregó.

Martínez explicó que la actual coyuntura política aún no afecta al sector formal de la vivienda.

“Quienes tienen un empleo estable, allí normalmente las compañías no realizan despidos por cuestiones de coyuntura política. Salvo que (la crisis) se termine de convertir en una constante y las inversiones se retrasen. La gente formalmente empleada va a seguir accediendo a los créditos. El gran problema está en la vivienda informal”, remarcó.