Charles Pignal: “Para Bata es muy importante que los cargos gerenciales tengan humildad”

Charles-Edouard Pignal, de 45 años, nació en Francia pero desde hace más de una década vive en Singapur, desde donde viaja a visitar los diferentes países donde la empresa se encuentra presente. Así, conversó con Gestión durante su segunda visita al Perú con motivo del Founder’s Day, que la empresa celebra cada 21 de setiembre.

Participar de la junta directiva de la multinacional no le impide dedicar entre una y dos horas diarias (a veces más) a su gran pasión por los libros. A lo largo del año pasado, leyó 79 obras de autores de los más diversos orígenes. La que más veces ha releído es “Rebelión en la Granja”, la magistral fábula con la que George Orwell advierte sobre los peligros de los regímenes totalitarios. Pignal ha encontrado en Instagram una aliada para su afición: su cuenta dedicada a compartir e intercambiar opiniones sobre libros tiene casi 58,000 seguidores.

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Los gerentes de Bata

Una gran apertura hacia el aprendizaje es algo que la compañía también busca en aquellos a quienes delega la toma decisiones. “Para Bata es muy importante que los cargos gerenciales tengan humildad, porque sentimos que la humildad es lo que les da apertura a las opiniones, a aprender cosas nuevas, a entender los cambios que se dan en el mercado”, comenta Pignal.

Agrega que es precisamente esta cualidad de sus gerentes en todos los niveles lo que le ha permitido a Bata afrontar la pandemia sin sufrir graves consecuencias financieras, puesto que reaccionaron rápidamente ante los cambios de demanda que supuso este periodo. A ello se sumó que las finanzas de la compañía se encontraban en buen estado cuando la pandemia llegó en el 2020. En paralelo a esta situación, en mayo de ese año Charles Pignal fue motivo de noticia a nivel global al ser uno de los primeros pacientes en dar positivo al Covid-19 persistentemente por más de un mes.

Durante su estadía en Perú, se muestra sorprendido y satisfecho con la identificación que los peruanos tienen con la marca, pues como sucede en otros de sus mercados, Bata, de origen checo, ha logrado mimetizarse con la cultura y ser considerada erróneamente una empresa local.

“Nos perciben como el producto que usaban en el colegio, que acompañaba a la familia, pero ahora vamos viendo que hay una necesidad, una búsqueda del consumidor peruano hacia un producto con mayor tendencia, con mayor estilo. Estamos escuchando a los consumidores para ir hacia ese mundo”, comenta.

¿Cómo logra la empresa contar con un Bata “distinto”, a la medida de cada país en el que se encuentra? Pignal destaca que parte del legado de Tomás Bata es reconocer que el valor del producto puede tener diferentes significados según el mercado al que se dirige. Para algunos puede ser la durabilidad y para otros, la comodidad.

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Es así que los diseños de la empresa se desarrollan en tres niveles: el primero es el local, en el que consideran las cambiantes necesidades y características de los habitantes de la zona; el segundo es el regional: “buscamos tomar elementos de diferentes países de Latinoamérica para desarrollar productos que funcionen para todos estos mercados”, sostiene. Y, por último, están las tendencias globales que la firma busca captar e incluir en su oferta.

Otro importante motivo de la reciente visita de Pignal a Lima es el “Bata Children Program”, con el cual, en alianza con Aldeas Infantiles SOS, ha logrado ayudar a 670 niños peruanos a cubrir los gastos de alimentación, vestimenta y educación. La visión de Bata es motivar a los colaboradores a participar como voluntarios en este proyecto y extender el mencionado programa a más países.

SOBRE EL AUTOR

Selene Rosales

Redactora Senior con 10 años de experiencia en periodismo político, económico y de negocios. Actualmente forma parte del equipo de Negocios del diario Gestión.