(Foto: Getty Images)
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No se sabe exactamente dónde, pero sí que las autoridades serbias ya han instalado en Belgrado sistemas de vigilancia, que incluyen cámaras de reconocimiento facial y de análisis de comportamiento, facilitados por el fabricante chino , pionero en esta tecnología de control.

La empresa y el Ministerio del Interior cerraron en febrero del 2017 un acuerdo de colaboración para implantar en la capital serbia el sistema Safe City, como Huawei denomina a una tecnología que, afirma, funciona ya en 230 ciudades de 90 países.

Según explica la propia empresa, el despliegue comenzó con una prueba de nueve cámaras en varias ubicaciones, incluido un centro comercial y un estadio deportivo, con la que se obtuvieron datos que iban de matrículas de vehículos, a reconocimiento facial y control de comportamiento.

¿Más seguridad para una ciudad segura?

El test fue del agrado del Ministerio del Interior serbio y en febrero del 2017 se firmó un acuerdo de cooperación, tras el que comenzó la instalación del primer centenar de cámaras de alta definición y análisis de contenido en 70 ubicaciones, aunque no está claro si entre ellas hay ya sistemas de reconocimiento facial.

Tanto el fabricante chino como el Gobierno serbio han justificado esta medida con la necesidad de aumentar la seguridad ciudadana y vial, pese a que las propias autoridades aseguran que Belgrado no es una ciudad especialmente afectada por la criminalidad.

"Junto con Huawei, el Ministerio del Interior desarrollará una completa solución 'Safe City' (ciudad segura) que cubrirá la ciudad de Belgrado y, eventualmente, todo el país, a través de comunicaciones vitales, centros de control unificados y vigilancia inteligente", afirma la empresa en su descripción del proyecto para la capital serbia.

El proyecto, envuelto en una gran opacidad, prevé que hasta final del 2020 haya instaladas cámaras de videovigilancia con tecnología de reconocimiento facial en unos 800 puntos de Belgrado, una ciudad de unos 1.7 millones de habitantes.

Riesgos para la privacidad

Ante el argumento de la seguridad y el control del tráfico, asociaciones de defensa de los derechos humanos advierten del riesgo para la privacidad que supone esa tecnología.

“La introducción de este sistema supone un gran riesgo para la privacidad, pero también para otros derechos y libertades de los ciudadanos, como por ejemplo la libertad de reunión”, denuncia Bojan Perkov, investigador de la Fundación SHARE, que aboga por los derechos humanos y las libertades en el mundo digital.

Todavía se desconoce el lugar de ubicación de las cámaras, su precio o cómo se controlarán los datos recogidos.

Perkov critica esa falta de transparencia e insiste en que los ciudadanos tienen derecho a saber "quién los supervisa y por qué, es decir qué intereses se protegen y con qué objetivo".

El experto se muestra escéptico ante la afirmación de las autoridades de que el sistema no afectará a la privacidad de los ciudadanos.

"Un gran problema a largo plazo con estas tecnologías es la normalización de la constante vigilancia de los ciudadanos, sobre todo en las sociedades con baja cultura de privacidad como es Serbia", advierte.

"Además, este sistema posibilita una masiva supervisión basada en datos biométricos que no podemos cambiar", alerta.

Los críticos temen abusos políticos

Perkov se pregunta si la seguridad está tan amenazada en Belgrado como para que sea indispensable aplicar "un sistema tan intrusivo de vigilancia de los ciudadanos".

Ante algunas críticas de que las cámaras podrían ser usadas para controlar a opositores políticos, advierte de que esta tecnología puede utilizarse para comprobar quién va a un mitin político, y cruzar esa información con otros datos personales.

"Se trata de un enorme desequilibrio del poder y de las consecuencias que esas personas pueden sufrir por su supuesta orientación política son múltiples", señala Perkov.

El almacenamiento de grandes cantidades de datos biométricos sobre un gran número de personas, agrega, "aumenta el riesgo de que sean comprometidos, aunque sea de forma no intencionada", sobre todo porque no se sabe si esos datos se eliminan ni cómo.

A lo largo del 2019 se han sucedido las protestas en las calles de Belgrado contra el "autoritarismo" del presidente serbio, el conservador Aleksandar Vucic.

El experto también asegura que existen estudios que ponen en cuestión que el uso de cámaras inteligentes tenga un papel importante en la reducción del número de delitos.

Serbia mantiene excelentes relaciones políticas y económicas con China, al formar parte de la “nueva ruta de la seda” con la que Pekín quiere aumentar su influencia en el centro y este de Europa, con inversiones en las infraestructuras y el comercio.

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