Armando Casis, presidente de la Asociación de Unión Andina de Cementos (Unacem), revela que le hace falta tiempo para hacer cosas, aunque cada vez que puede estudia algún curso, si es que no está de viaje con su gran compañera, su esposa. Además, narra que suele enfocarse en una de sus grandes aficiones,el ajedrez.

¿Con quién suele jugar ajedrez?
En línea, con gente de todo el mundo. Por ejemplo, con rusos, competidores de Emiratos Árabes. Es un entretenimiento interesante.

¿Qué aplica del ajedrez en su día a día?
Full estrategia. Quiero que mis colaboradores principales sean estrategas. Es fácil (decir) el qué hay que hacer, pero el cómo hacer las cosas es la clave, es lo difícil. Muchas veces hablamos mucho y pensamos poco.

¿Qué es lo que suele tomar en cuenta antes de hacer algo?
Se requiere de aterrizar las cosas y ver: qué recursos tienes, qué actividades desarrollarás, qué productos y servicios vas a resolver, qué resultados quieres y qué impactos tienes, con esas cinco palabras solucionamos muchas cosas, en vez de hacer informes de 150 páginas.

¿Cuál fue su primer trabajo?
Estudiaba en la Universidad Nacional de Ingeniería y se inició una huelga, que duró casi un año, así es que empecé a trabajar en Southern Perú. Cuando culminó la protesta me pidieron que me quede pero no acepté, primero eran mis estudios.

¿Y qué hacia allí?
Tenía 19 años y entré a Southern Perú a través de un service. Veía temas numéricos sobre Cuajone cuando todavía estaba en construcción.

¿Siempre le ha puesto mucha dedicación a su preparación?
A lo largo de mi carrera, de mi vida, siempre me he capacitado. No hay año que no lo haya hecho. Siempre les digo a mis colaboradores “capacítense”. La empresa puede ayudar en algo, pero si uno no lo hace por propia iniciativa no se va a mejorar.

¿Desde cuándo trabaja en Unacem?
En el Grupo tengo 28 años. Ingresé oficialmente el 1 de enero de 1990 como gerente general de Lar Carbón SA, una compañía del grupo que ahora es una división del carbón; luego en el 2003 pasé a la Asociación Atocongo y en el 2012 cuando se fusionaron las dos empresas cementeras Lima y Andino y se formó Unacem.

¿Qué es lo que ha aprendido durante todo este tiempo?
Este trabajo me hizo ver que el mundo es más grande que lo que yo pensaba. Descubrí el sector social. Llevé mi tercera maestría en Gerencia Social y eso me dio una palanca de aprendizaje importante pues estudiaba y hacía (es decir, lo aplicaba en Unacem).

¿Qué tipo de jefe se considera?
Fuerte, muy tenaz, me gustan los resultados, pues este tipo de asociaciones sin fines de lucro gestionan igual que con fines de lucro solo que tienen otro tipo de impacto y máxime, si se trabaja con una empresa extractiva, con todas sus implicancias positivas, negativas para la percepción del público.

¿Cuánta gente tiene a su cargo?
Cincuenta y cinco personas y entre el 65 % y 70 % son mujeres. Tenemos un abanico de productos y servicios que nos permiten generar valor.

¿Cuáles son las características imprescindibles que debe tener un trabajador que lo acompañe?
Que tengan iniciativa, comunicación, que me pregunten y participen. Los trato de apoyar en todo lo que puedo. También hacemos cursos de redacción, de comunicación interna. Hay habilidades blandas que es importante saber, pues todos venimos de diferentes mundos y trabajos

¿Es bastante disciplinado?
Me gusta la disciplina. Si no hay orden no hay progreso.

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