La sigue siendo un escaparate para las marcas. El año pasado, más de 90 firmas invirtieron en total US$ 1,811 millones para que su logo apareciera en la carrocería de los autos más veloces del mundo. La tabacalera es una de esas marcas aportantes, pese a que su imagen no puede aparecer en los vehículos.

En el 2005 se aplicó una directiva de la Unión Europea que prohíbe a empresas tabacaleras aparecer en eventos deportivos.

A pesar de que la publicidad de sus productos está prohibida, es todavía uno de los patrocinadores más importantes del equipo más emblemático de la categoría reina del automovilismo: . Nada menos que US$ 42 millones abonó en 2016 para seguir siendo la segunda mayor fuente de ingresos del equipo, según Business Book GP.

Relación históricaLa compañía tiene años vinculada a la escudería italiana a través de su marca estrella, Marlboro; sumado a esto, el actual director de equipo de Ferrari, Maurizio Arrivabene, fue vicepresidente de Philip Morris y responsable de sus operaciones de marketing.

Vínculo parecido se da también con el actual CEO del fabricante italiano, Sergio Marchionne, que posee alrededor de US$ cinco millones en acciones de la compañía, según Bloomberg.

En total, se van a alcanzar 33 años de relación en los que se han invertido cientos de millones de dólares, recompensados con muchos minutos de televisión y primeras páginas en todos los periódicos del mundo.

¿Publicidad escondida?A partir de la prohibición de la Unión Europea, marcas tabacaleras como West o Mild Seven desaparecieron del mapa, dejando a como único representante de un sector que en 2001 llegó a gastar US$ 750 millones en esta disciplina.

En una habilidosa jugada, la compañía estadounidense eliminó su nombre de los , pero en su lugar puso un famoso código de barras que, junto al color rojo de los monoplazas, llevaba a relacionarlo con las cajetillas de cigarros de que comercializan.

En 2010, esta idea recibió acusaciones de publicidad subliminal y se eliminó, pero la escuadra italiana ha continuado jugando con los recordados colores rojo y blanco.

Pese a que la prohibición presagiaba el fin de esta histórica asociación, esta se mantiene cuando va a iniciar una temporada en la que, si no se hace con el título de pilotos, sumaría una década consecutivo sin lograrlo.

En ese espacio de tiempo, también se ha adaptado a los cambios del mercado global y ha lanzado el iQOS, un dispositivo que aspira a sustituir a los cigarrillos tradicionales por sus efectos menos dañinos para la salud y en el que la empresa ha invertido US$ 3,000 millones.

El grupo tabacalero espera que su socio tenga la misma capacidad que ellos para reinventarse y volver a ser la escuadra dominante de épocas pasadas.

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