¿Se concretará esta fusión? (Vídeo: AFP)
¿Se concretará esta fusión? (Vídeo: AFP)

Por Chris Hughes

La inminente reunión de directorio de para evaluar la propuesta de fusión de parecía ser algo meramente teatral. La unión de los rivales de la industria automotriz parecía contar con la bendición del gobierno francés desde el comienzo. El presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, ha vendido abiertamente la fusión al socio estratégico de la compañía,

Aplazar la reunión de la junta directiva hasta esta semana para permitir la discusión del acuerdo parecía ser una decisión diplomática.

No obstante, la reunión de pronto tiene implicancias reales: puede que sea necesario un estímulo para que se concrete la fusión. Los inversionistas minoritarios no pueden estar seguros de que esto sea algo bueno.

Los términos precisos de un acuerdo Fiat-Renault son importantes. Fiat propone dividir la propiedad de la unión en partes iguales, lo que significa que ambas empresas cederían la mitad del incremento potencial a partir de cualquier mejora en los negocios a los que contribuyan. Eso es pertinente en el caso de Renault, que sin duda se siente subvalorada.

Analistas valúan la suma de las partes de Renault muy por sobre su capitalización de mercado. Asimismo, el precio de las acciones del grupo francés se vio afectado por el arresto de su expresidente Carlos Ghosn en noviembre pasado.

Por su cuenta, estas consideraciones no generan suficiente para conseguir que apruebe términos mejores. No existe un método creíble de saber el valor de liquidación de Renault mediante ventas de activos. Su rentabilidad sin un socio es cuestionable dada la carga de inversión de los vehículos eléctricos. Su 43% de participación en Nissan podría no venderse a precio de mercado.

En cuanto al impacto de Ghosn, representaba una porción un poco mayor del valor de mercado combinado de los dos grupos en los seis meses previos a su arresto que en los seis meses antes de que surgiera el plan de fusión de Fiat. Una prima de 10% en la oferta de Fiat ya reconoce este aspecto.

Los términos de la compañía italiana son justos. Renault se ha visto subvalorada durante años. El acuerdo con Fiat sería un detonante para que los inversionistas piensen de otra manera, como indica JPMorgan.

Sin embargo, una oferta justa no siempre basta para tener éxito. Un cambio de postura repentino del gobierno francés podría dar margen a Renault para que comience a probar si la propuesta de Fiat fue solo una apuesta inicial.

Analistas de Berenberg identificaron posibles estímulos adicionales. Fiat podría inyectar más valor a la unión reduciendo su deuda en lugar de pagar un dividendo especial a sus accionistas o Renault podría pagar su propio dividendo especial, dando así más al lado francés, una idea que impulsa París, informa Bloomberg News.

Lo más probable es que se necesiten gestos no financieros para obtener apoyo definitivo del gobierno francés. La lista de deseos del gobierno incluye dejar que el Estado mantenga su asiento en la junta directiva y dar garantías más concretas sobre empleos.

Lo irónico es que eso haría que los accionistas minoritarios pierdan entusiasmo por el acuerdo. Esperaban con ansias una fusión Fiat-Renault con menos influencia del Estado francés. La participación de París en la empresa probablemente es una razón por la cual el precio de las acciones de Renault asigna tan poco valor a su negocio central.

La propuesta de Fiat ofrecía un remedio. Mientras más intervenga Francia, más se refuerza el descuento que este acuerdo buscaba solucionar.

(*) Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.