(Foto: Pixabay)
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Una asociación entre y Ascension, una compañía de servicios de salud, ha suscitado preocupación en , una señal de que el acopio astronómico de datos personales por parte de los gigantes de Silicon Valley tiene cada vez más obstáculos.

Según un artículo del publicado el martes, un regulador estadounidense abrió una investigación sobre este proyecto conjunto, bautizado Nightingale inspirado en una enfermera británica del siglo XIX conocida por usar estadísticas para mejorar los cuidados médicos.

El proyecto conjunto permitirá recopilar y analizar los datos médicos de decenas de millones de pacientes para ayudar a los médicos a establecer mejor el tratamiento y garantizar un mejor seguimiento administrativo.

Nada nuevo, según Google. "Nuestro trabajo con Ascension consiste en proveer las últimas tecnologías a un servicio de salud, como lo hacemos para docenas de otras organizaciones de atención médica", dijo Tariq Shaukat, presidente de Productos y Soluciones de Google Cloud.

Los datos en cuestión abarcan desde la identificación (nombres, fechas de nacimiento, dirección, familia...) hasta los antecedentes y análisis de laboratorio, pasando por los medicamentos administrados.

"Nuestros socios usan Google para administrar los datos de sus pacientes, de manera segura y respetando estrictamente la privacidad", dijo el gigante de internet en un comunicado emitido después de un primer artículo publicado en el periódico estadounidense el lunes.

Pero las críticas apuntan a que Google no avisó a las personas implicadas que su información sería compartida.

“Nada secreto”

“Nuestro trabajo con Google no tiene nada de secreto”, dijo Eduardo Conrado, vicepresidente ejecutivo de Ascension. “Google lo anunció en julio (en una conferencia para analistas). Los gerentes de Ascensión fueron informados, se realizaron sesiones informativas en toda la empresa y las enfermeras y los médicos en primera línea no solo estuvieron informados sino que participaron activamente en el proyecto”.

Ascension gestiona 2,600 establecimientos, incluidos 150 hospitales y 50 residencias geriátricas en 20 estados de Estados Unidos.

Ambas compañías aseguran que su proyecto respeta la ley estadounidense de salud y de seguro médico de Estados Unidos de 1996, la HIPAA, que es la referencia en esta área.

La legislación permite a los hospitales compartir datos con socios privados sin informar necesariamente a los pacientes, siempre que esta información sea utilizada exclusivamente para ayudar a la organización en su misión de salud.

Según el acuerdo, Google permitirá que Ascension transfiera información digitalizada sobre sus pacientes desde sus centros de datos en los establecimientos a "su propio entorno Google Cloud, privado y seguro".

Es esta transferencia la que preocupa a algunos observadores. El New York Times, por ejemplo, asegura que "docenas" de empleados de Google tendrán acceso a esta información confidencial, de acuerdo con documentos internos.

Google, la principal filial de obtiene la mayoría de sus lucrativos ingresos de la publicidad dirigida en Internet, gracias a los datos que recopila sobre sus usuarios.

La compañía ha sido multada varias veces por su gestión de esta información personal.

Inteligencia artificial

"Para ser claros: los datos de Ascension no se pueden utilizar para fines distintos de los servicios incluidos en este acuerdo. Los datos del paciente no se pueden combinar ni se combinarán con los datos de los consumidores de Google", insistió Tariq Shaukat.

El grupo proporcionará a los médicos y enfermeras de Ascension herramientas que utilizan inteligencia artificial (IA) para "mejorar la calidad de los tratamientos".

Google no es el único que invierte en la nube (servicios de informática y almacenamiento remoto) y en lapara la salud.

Amazon y Microsoft, al igual que Dell e IBM, han movido sus fichas en este mercado que potencialmente valdrá miles de millones de dólares en 3 o 4 años, según los expertos.

"Cada una de estas compañías tiene su propio enfoque", dice el analista Rob Enderle. Según él, la nube es crucial en la evolución del sector de la salud, porque los datos de los pacientes se guardan por separado, en "silos", que no facilitan el acceso de los profesionales a la información vital que necesitan.

“Es una lástima que este arrebato de desconfianza recaiga en este tema para Google”, señala. “Están tratando de hacer algo bien, y el Proyecto Nightingale está esencialmente diseñado para mejorar la calidad de la atención médica”.