Retirar una oferta pública inicial fue un contratiempo para el gigante cervecero . Tirar por la borda dos sería negligente.

Es por eso que la cervecera no se arriesgará en su segundo intento por sacar a bolsa su operación asiática. AB InBev comenzará por transar alrededor de 1,260 millones de acciones de Budweiser Brewing Company APAC Ltd a un precio de entre 27 y 30 dólares de Hong Kong (alrededor de US$ 3.5 y US$ 3.8, respectivamente) cada una, informó el martes Bloomberg News.

Esto implica que la compañía recaudará entre US$ 4,400 millones y US$ 4,800 millones. Bajo el supuesto de que la oferta equivalga a 10% de la compañía, el negocio en su totalidad tendría un valor empresarial de entre US$ 44,000 millones y US$ 49,000 millones.

Hay dos razones por las cuales este parece ser un enfoque más sensato que el de la última vez, cuando los inversionistas se opusieron al alto precio. En primer lugar, como señaló mi colega Chris Hughes, el tamaño de la operación –alrededor de la mitad de lo que AB InBev pretendía recaudar originalmente- hace que sea más fácil participar. En segundo lugar, la valoración parece más atractiva. El rango esperado representaría un descuento de 6% a 15% respecto de la estimación de Bernstein del valor empresarial de la operación, de US$ 52,000 millones, de manera que los inversionistas tendrían alguna esperanza de conseguir un precio de ganga.

Dado que la empresa matriz acordó vender su negocio australiano de alto margen, pero bajo crecimiento, el resto de la unidad asiática se enfocará más en China. El país probablemente contribuyó con alrededor de 70% de las ganancias de 2018 para la pequeña unidad, lo que se compara con el aporte de 50% de la última vez que AB InBev intentó realizar una OPI de todo el negocio, según Bernstein.

Bloomberg News también informó que la oferta había atraído al fondo soberano de riqueza de Singapur GIC Pte como inversionista clave, con un compromiso de alrededor de US$ 1,000 millones. Eso debería dar más confianza a otros potenciales accionistas.

No cabe duda de que la compañía no puede darse el lujo de otra decisión vergonzosa para retirar la salida a bolsa. La venta de la división de Australia al menos redujo en la gigantesca deuda neta de la cervecera, que era de unos US$ 104,000 millones a fines de junio (o 4.6 veces las ganancias). Tras la venta de la unidad australiana, la relación deuda-ganancias debería disminuir a menos de 4 veces para fin de este año. Los ingresos de la OPI anticipada en Asia deberían hacer que el coeficiente de endeudamiento parezca aún más manejable.

La OPI también daría a AB InBev una valiosa moneda de adquisición. Un 10% de libre flotación dejaría mucho margen para operaciones, sin perder el control de la unidad. Con la deuda hasta cierto punto controlada, algunas adquisiciones futuras podrían comenzar a parecer atractivas.

Los inversionistas (además de GIC) aún deben decidir si esta oferta resultará más tentadora que la anterior, pero AB InBev claramente ha sido más generoso esta vez.

Por Andrea Felsted

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