Pepsi
Pepsi

está abriendo a los inversionistas una ventana a las mentes volubles de los consumidores estadounidenses, que dicen que quieren ser más saludables, pero no a expensas de sus favoritos bocadillos salados.

Los últimos resultados de la compañía resaltan la yuxtaposición.

Por un lado, los compradores buscan refrescos más saludables y tratan de reducir el azúcar. Eso ha llevado el consumo de bebidas carbonatadas en general a su nivel más bajo en más de 30 años y ha generado una costosa batalla de décadas entre Pepsi y su archirrival Coca-Cola Co. por cuotas en el mercado de bebidas cola.

Pero mientras que los comensales renuncian a las bebidas gaseosas, siguen consumiendo patatas y chips de maíz altos en calorías sin que se perciban señales de una disminución del apetito.

Esa dicotomía ha dado un impulso a Pepsi, que se ha basado en su división Frito-Lay para impulsar el crecimiento mientras lidia con una caída en el mercado de las bebidas gaseosas.

La compañía superó las estimaciones de ganancias de los analistas en el último trimestre, en gran parte gracias a la fortaleza de Frito-Lay, que produce conocidas marcas como Cheetos y Tostitos.

Los resultados impulsaron las acciones de Pepsi, que registraron la mayor alza en más de cinco años, pero pone a Pepsi bajo una presión creciente por apuntalar su negocio de bebidas, en especial, su marca homónima de refresco.

"Frito-Lay ha sido una potencia, pero tendrán un problema si se ralentiza", dijo Ken Shea, analista de Bloomberg Intelligence. "Ningún negocio es a prueba de balas".

Los gustos cambiantes de los consumidores estadounidenses han desconcertado a los gigantes de alimentos envasados ​​en los últimos años, lo que ha provocado una caída de las ventas en la industria que ha evaporado miles de millones en ingresos.

Antiguas potencias han perdido ventas ante nuevos actores y han tenido dificultades para ganar impulso cuando lanzan productos rivales. En este entorno cambiante, un yogur azucarado de una nueva compañía podría ser un éxito, mientras que el antiguo recurso del gigante centenario pierde atractivo.

Para Pepsi, las tendencias se están desarrollando a ambos lados de su cartera de alimentos y bebidas. La compañía genera más de la mitad de sus ingresos de los alimentos, y Frito-Lay, con sede en Plano, Texas, continúa dominando el pasillo de los chips, con antiguos favoritos como Ruffles y Doritos.

Las ganancias de esa división aumentaron un 5% en el trimestre más reciente. Eso ayudó a Pepsi a superar las estimaciones de un beneficio por acción de 9 centavos en el segundo trimestre.

La ganancia de la división de bebidas en América del Norte de la compañía, en tanto, cayó un 16%. Los resultados se vieron afectados por mayores costos de transporte y un incremento de los precios del aluminio como consecuencia de los aranceles, explicó el director financiero de la empresa, Hugh Johnston.

Un mayor presupuesto de publicidad también fue parte de la ecuación, en tanto intenta competir con su rival Coca-Cola, el líder del mercado en bebidas cola que continúa invirtiendo en publicidad.

Coca-Cola, que no tiene una amplia cartera de bocadillos, ha invertido grandes sumas en marketing y ha cobrado fuerza en la guerra de bebidas cola. Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero ayudaron a impulsar el crecimiento al comienzo del año, a pesar de ser fabricadas con edulcorantes artificiales, un ingrediente que se considera que no se ajusta a los gustos modernos.

Después de que el volumen de Coca-Cola Light disminuyera un 4,3 por ciento en EE.UU. el año pasado, Coca-Cola presentó en enero el mayor cambio de imagen de su marca original de cero calorías, lanzando su clásica Coca-Cola Light y cuatro nuevos sabores en latas más alargadas y delgadas, lo que generó el repunte en EE.UU.

Los nuevos sabores representan cerca de un tercio del crecimiento de la marca, según la compañía. El rediseño generó crecimiento en América del Norte por primera vez desde el cuarto trimestre del 2010.

Pepsi, que también fabrica Gatorade y ha trabajado para producir más bebidas bajas en azúcar, reconoció el martes que enfrenta dificultades con su refresco homónimo. Y mejorar el desempeño de la división de bebidas es una prioridad para la máxima ejecutiva Indra Nooyi.

"Estamos enfocados maníacamente en volver a encausar este negocio", señaló en una conferencia telefónica sobre resultados. "Sabemos exactamente qué hay que hacer y lo estamos haciendo".