A la cerveza con bajo o nulo grado de alcohol, el vino y otras bebidas se suman en el mercado local. De esa manera, este nuevo segmento se amplía bajo la tendencia del consumo saludable, con impulso en estratos A y B, y el target femenino.
Elar Miñano, gerente general de Divino 7, explicó que el vino sin alcohol despegó inicialmente en el público cristiano, que en Perú llega a 8 millones de personas. Sin embargo, después ha ido expandiéndose a otros segmentos de alto poder adquisitivo.
Así, los tickets de vino sin alcohol pueden duplicar a las versiones tradicionales, en un mercado con pocas opciones para las familias que desean bebidas no alcoholizadas.
Vista tal demanda, el ejecutivo adelantó que su empresa de bebidas ampliará su línea de producción con champagne y sidra sin alcohol, apuntando a ocasiones de celebración familiar.
Sobre los canales, refirió que el vino sin alcohol aun compite en e-commerce y tiendas especializadas, pero buscará ingresar a retailers, empezando por tiendas de conveniencia.
Nueva planta
Desde sus inicios con una planta en Ñaña, al este de Lima, Divino 7 pasó de producir 1,000 botellas de vino sin alcohol el 2015 a 100,000 estimadas al cierre del 2020, en un modelo de negocio que incorpora a los agricultores proveedores de las uvas.
Si bien la planta tiene una capacidad de 3,000 botellas diarias y con ello ya exportan a EE.UU, la empresa prevé construir una segunda planta en Chimbote o Trujillo en el 2021 o 2022 para atender la creciente demanda.
Y es que, solo el mercado norteamericano, absorberá la actual producción en los próximos años, dejando sin suministro al mercado local. Además, Divino 7 ya tiene conversaciones avanzadas al 60% y 80% para exportar a Colombia y México.
EN CORTO.
Temporada. El 80% de las ventas de vino sin alcohol se concentra en la temporada navideña, pues la categoría se relaciona a ocasiones de consumo de celebración. En otros países, los grupos judíos y de otras creencias religiosas también son un target potente para las bebidas sin alcohol.