PDVSA, Venezuela (Foto: Reuters)
PDVSA, Venezuela (Foto: Reuters)

planea sacar a de un proyecto de refinería de petróleo y planta petroquímica de US$ 10,000 millones en el sur de China, dijeron esta semana tres fuentes con conocimiento del asunto.

La decisión de la compañía se suma a los problemas de la petrolera estatal venezolana, que es objeto de sanciones de Estados Unidos, que busca acabar con el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.

Sin embargo, el descarte de la empresa no fue una reacción a las sanciones de Washington, sino que más bien es consecuencia del deterioro del estado financiero de PDVSA en los últimos años, dijeron dos de las fuentes, ambas ejecutivos de China National Petroleum Corp, matriz de PetroChina.

"No habrá un papel para PDVSA como socio en la propiedad. Al menos no vemos esa posibilidad en un futuro cercano dada la situación que ha atravesado el país (Venezuela) en los últimos años", dijo uno de los ejecutivos, que pidió no ser identificado porque no está autorizado para hablar con la prensa.

La medida ilustra la pérdida de profundidad de la relación entre Venezuela y China, que ha otorgado préstamos por US$ 50,000 millones al país sudamericano a cambio de petróleo.

China, el mayor importador de petróleo del mundo, es ahora el segundo mayor comprador en Asia del combustible venezolano, con 16.63 millones de toneladas, o unos 332,000 barriles por día (bpd) en el 2018.

La relación comenzó a deteriorarse en el 2015, cuando Venezuela solicitó un cambio en los términos de pago de la deuda para aliviar el impacto de la caída de la producción de crudo y los precios del petróleo.

En lugar de otorgar nuevos grandes préstamos, Pekín realizó pequeñas inversiones u otorgar extensiones de los períodos de gracia para los préstamos.

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