inició su interés por las start-ups al poco tiempo de terminar sus estudios de ingeniería. Luego de un breve paso por el mundo corporativo, que no lo satisfizo, realizó una serie de proyectos personales que luego dejó, pues tuvo la oportunidad de cursar un programa ejecutivo en Singularity University, institución patrocinada por la y , con sede en .

Así, se sumergió en el mundo de los emprendimientos tecnológicos de alto impacto. Con los conocimientos adquiridos, fundó una celebrada start-up de biotecnología y cristalizó otros proyectos.

Con la experiencia ganada, hoy Sotomayor es director ejecutivo de ProVentures, una aceleradora de start-ups cuyos socios son la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), Yunus de Colombia, New Ventures de México y el espacio de coworking Ascèndio. Entre los cuatro han podido levantar capital y recursos suficientes para la primera etapa, en la que buscan acelerar más de 30 emprendimientos en los próximos tres años.

Las líneas de trabajo de ProVentures son bionegocios, gastronomía, turismo e inclusión financiera. Según afirma, ya se ha hecho una primera selección de proyectos a acelerar. "Apuntamos a start-ups que hayan pasado por un proceso de incubación (primera etapa y lanzamiento al mercado) y que ahora entran a una segunda etapa".

Asimismo, ProVentures se apoyará en sus socios extranjeros para desarrollar las capacidades que le permitan crear un programa para las start-ups que acelerarán. "Lo que buscamos es llevar a las empresas a un punto en el que puedan crecer más rápido y tengan mayor acceso a distintas fuentes de capital", señala Sotomayor.

La metaSotomayor señala que, hasta el momento, un elemento ha sido esquivo en cuanto a las start-ups del Perú: "Aún no ha ocurrido una adquisición por parte de una compañía grande. Todavía no hemos tenido un 'exit' en el país. Esto es clave, pues genera una valorización referencial y, a la vez, una hoja de ruta para el sector de las start-up".

El director ejecutivo de la aceleradora considera que el ecosistema local camina hacia ese punto. Por ello, no descuidará el acercamiento que las start-ups aceleradas por ProVentures puedan conseguir como proveedores de las más importantes firmas peruanas.

La tendencia, sostiene, es que cada vez más profesionales deciden crear sus propios emprendimientos antes que trabajar para empresas de terceros.

"Esto va a hacer que haya más gente talentosa que incie un start-up. Las empresas grandes y consolidadas se van a dar cuenta de que ya no van a poder atraer a profesionales innovadores, porque van a estar en este tipo de iniciativas que podrían empezar a quitarles nuevos nichos de mercados".