Viene la campaña navideña, las empresas también buscan agasajar a sus colaboradores, ya que para muchas, además de la gratificación, entregar un obsequio se presenta como una nueva tendencia, que la toman como política corporativa para mejorar la relación con los trabajadores.
Así, hoy el 80% de las empresas implementan regalos corporativos como una forma de fortalecer el vínculo con sus trabajadores, dice Ana Fernández Orozco, Directora Comercial Regional de Bigbox.
Esta modalidad, dice la ejecutiva, que aplica además de regalos hacia los trabajadores, de las empresas hacia clientes corporativos o proveedores, ha crecido 85% en los últimos años, cifra que se mantiene de un corto tiempo a esta parte.
El ticket promedio de un cliente B2B es de S/ 230 y cuando se trata de regalar experiencias relacionadas a viajes, puede ser un ticket mucho más alto.
“El canal B2B es hoy muy importante para nosotros. La box que prefieren las empresas para regalar es la de Gastronomía y, en segundo lugar, la Mix, que ofrece una mezcla de distintas actividades, sin limitarse a una categoría”, explica Orozco
Teniendo en cuenta que en cada empresa hay perfiles distintos y sobre todo nuevas generaciones ingresan al mercado laboral que traen consigo nuevos hábitos de consumo que deben tomarse en cuenta, son los millennials los que buscan recibir regalos que les marquen nuevas experiencias, aunque también de otras generaciones, buscan este tipo de regalos tanto de gastronomía o mix.
Pero entonces ¿cuánto puede invertir una empresa local en un regalos a sus trabajadores. Orozco dice que el monto puede fluctuar desde los S/ 40 hasta los US$ 4,000.
Bajo esa premisa, la oferta puede abarcar actividades de aventura, spas o hasta saltar en paracaídas.
“Para el 2020, se estima que más del 50% de los trabajadores será millennials, una generación que ya no tiene como prioridad invertir en cosas materiales. De hecho, según Ipsos Perú, 79% de esta generación prefiere vivir nuevas experiencias mientras solo 30% tiene como prioridad adquirir un auto. Esto refleja que las nuevas generaciones ya no optan tanto por comprar objetos y prefieren tener experiencias”, indicó.
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