En las empresas no suele ser un secreto cómo calculamos los sueldos del personal que tiene un fuerte componente variable en sus ingresos, como es el caso de vendedores y personal de operaciones.
En las empresas no suele ser un secreto cómo calculamos los sueldos del personal que tiene un fuerte componente variable en sus ingresos, como es el caso de vendedores y personal de operaciones.

César Antúnez de Mayolo
Profesor de posgrado de UP

Usted tiene varios gerentes a su cargo y uno de ellos lo busca muy fastidiado, pues se ha enterado que otro gerente, a quien acaban de contratar para un puesto similar al de él, gana 30% más.

El afectado aduce tener cinco años en la empresa, más experiencia que el recién contratado y formación académica equivalente.
Usted sabe que con un sueldo menos atractivo no podría haber contratado al nuevo gerente, quien trae consigo una importante trayectoria en una empresa del sector.

Por otro lado, cada vez que algún jefe, analista o asistente se llega a enterar “informalmente” de cuánto ganan otros en la empresa, suele generarse malestar y desmotivación. Si bien muchas veces la información es la correcta, otras no, pues los importes han sido alterados por la carga emotiva de los “chismes de pasillo”.

Usted se pregunta si debería de tener más cuidado con la confidencialidad de los sueldos o, en todo caso, respetar más las bandas salariales.

¿Es un buen sueldo algo relativo? ¿Por qué hay personas que están felices en la empresa hasta que se enteran cuánto ganan otros? ¿Podemos ser vistos como injustos a pesar de que paguemos a nuestros colaboradores de manera proporcional al puesto, acorde al mercado y a lo que la empresa pueda pagar? ¿Basta con ser justos o también hay que parecerlo?

El “agravio comparativo”
Cuando un trabajador se compara con otro con un puesto de trabajo similar al de él mismo y descubre que de alguna manera esa persona tiene mejores beneficios, es muy probable que de inmediato piense algo así como “yo he estudiado tal carrera y tengo iguales o mejores competencias que él, pero él gana más que yo o tiene beneficios que yo no tengo”.

A esa sensación se la conoce como el “agravio comparativo” de un trabajador en relación a otro y crea en el trabajador que se siente “agraviado”, una sensación de injusticia, con un impacto nocivo en el clima laboral.

El secreto en los salarios
En las empresas no suele ser un secreto cómo calculamos los sueldos del personal que tiene un fuerte componente variable en sus ingresos, como es el caso de vendedores y personal de operaciones.

Sin embargo, cuando se trata de información de sueldos de personal administrativo, y especialmente de directivos, es natural que seamos celosos con la información, evitando así generar insatisfacción en quienes se sientan mal pagados o puedan considerar que algunos sueldos son “excesivos”.

¿Estamos siendo realmente justos con los sueldos?
¿Estamos siendo realmente justos con los sueldos?

La información de sueldos
Es entendible que no nos sintamos muy cómodos cada vez que hablemos de plata, más aún cuando esta se relaciona a lo que recibimos como retribución a nuestras destrezas y esfuerzo.

Whole Foods Market, el más grande supermercado en el mundo de comida orgánica y natural, admirado por lograr una ventaja competitiva a través de una cultura muy orientada hacia sus colaboradores, desde hace más de 30 años publica internamente la información de salarios de todos sus empleados, incluyendo el del propio CEO y sus más altos ejecutivos.

Según John Mackey, su CEO, cuando ellos se plantearon el objetivo de generar un alto nivel de confianza, donde cada colaborador sea “todos-para-uno y uno-para-todos”, se dieron cuenta que no podían tener secretos.

Con el correr de los años, dicha política ha sido una pieza clave para efectos de empoderar a los colaboradores, generando más diálogo entre todos y promoviendo una sana competencia dentro de la empresa.

¿Se animaría a hacer lo mismo en su empresa?