A mediados del 2014, Parque Arauco decidió darle fuerza a un concepto que si bien existía en el país no había tenido un despegue: los outlets. Uno de los motivos podía ser la ubicación. Y es que desde el 2013 se ubicaba en La Molina (Plaza Camacho) el outlet de Surprice con una oferta de marcas como The North Face, Brooks Brothers y Kipling; y no podemos olvidar el de Creditex en Ate con sus marcas propias.
En ambos casos cubrían la demanda de una zona. Por ello, la idea de la retailer chilena era llegar a otras zonas, y es así como Lima Outlet Center, ubicado al lado del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, se transforma en InOutlet Faucett.
Hoy este recinto ya alcanza ventas cercanas a los US$ 390 por metro cuadrado, refiere Ernesto Aramburú, director ejecutivo de Inversiones y Asesorías Araval.
Señala que este monto se da “siempre y cuando el centro comercial llegue a su madurez y sea reconocido como Outlet, cuya principal atracción es que el 50% las tiendas tengan al menos un 35% de descuento sobre cualquier otro punto de venta”.
No en vano, InOutlet Faucett ha logrado crecer en ventas en torno a 50% al año, frente a los malls tradicionales que han bordeado el 10%, y que este 2019 proyectan un dígito de avance.
En efecto, este tipo de negocios tiene una rentabilidad similar a la que puede tener un centro comercial, pues se mantienen los márgenes sobre costos menores, pero a precios de venta también menores.
Para Aramburú, los “polvos” (galerías) alcanzan cifras similares a la de este outlet maduro, como es el caso de FEVACEL (Independencia) o Fronteras Unidas (avenida Grau). “En mi opinión, Gamarra es un outlet natural”, agrega.
Estrategias para posicionarse
Pero las cifras de venta pueden disminuir. Así, bajo la marca de InOutlet está también el ubicado en Lurín, inaugurado en 2016 en su primera etapa, el cual, en cálculos de Araval, debe facturar el 50% de lo que hace el de Faucett.
“Al outlet de Lurín aún le falta posicionarse y que se le reconozca como tal. Pasa por una etapa de maduración, y la oferta pareciera no es lo suficientemente atractiva”, comenta.
Esta situación donde aún el mall de descuentos “no calienta” se puede deber a varios factores. El verano es una etapa propicia para captar público que sale de Lima rumbo al sur y toma una ruta de alto tránsito como la carretera Panamericana.
“Le falta un complemento de entretenimiento que haga al público ir y de paso comprar, algo que atraiga como Pachacamac y Lurín que por sí son un destino de entretenimiento los fines de semana”, refiere.
Éxito y demanda
A estas alturas podemos decir que este formato ha dado resultado en el país. Que vendrán más, eso aún no se sabe; no se han anunciado nuevos proyectos de este tipo. Algunas marcas han optado por tener sus locales outlet a manera de venta de sus productos de temporadas anteriores.
Pero como mall de descuentos, el mercado es incipiente. No en vano en el mundo solo un 1% de los malls son de este tipo.
Cabe mencionar que la coyuntura ayuda al impulso de las ventas de los formatos outlet, y las promociones juegan un rol clave.
Pero como en todo, hay categorías más demandadas dentro de este formato como el caso de deportes, que puede llegar a alcanzar el 20% de las ventas totales y ocupan una buena porción del ABL (área arrendable) del outlet.
Y no podemos olvidar vestuario, calzado, carteras y lencería. Es así que todo ello puede bordear el 60% de las ventas totales.
A nivel de rentas, en términos relativos, el costo en un outlet suele ser el 50% del que tiene un mall convencional.
Sin embargo, los outlet se han encontrado con un mercado como el peruano en el que desde hace unos años las promociones y descuentos son un recurrente de las marcas en la fórmula comercial para alcanzar ventas. Sobre ello, Aramburú sostiene que, generalmente, se usa como métrica que las grandes tiendas llegan a hacer 140 días de oferta al año (20 semanas) lo que le da espacio a los outlet para competir con menores precios.
“Si ese número de días se supera pierde atracción la búsqueda de mejores precios ya que estos están en los lugares de compra habitual”, agregó.
La posibilidad de que el formato outlet prolifere es aún incierta. Estos se ubican por lo general en la periferia de las grandes ciudades, y se requiere una masa crítica de no menos de 300,000 habitantes en las ciudades que están en la cercanía.