Tres grupos han anunciado su interés en quedarse con TAP. (Photo by PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP).
Tres grupos han anunciado su interés en quedarse con TAP. (Photo by PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP).

El comienzo de la privatización de la aerolínea portuguesa TAP termina con las grandes aerolíneas de bandera de Europa, en un proceso de salida de los Estados del capital que comenzó en la década de 1980.

Ese paso produjo un movimiento de consolidación que ha dado lugar a tres grandes grupos: (IAG), que incorpora a British Airways, , Vueling, Aer Lingus y Level; la holandesa conforman otro gran conglomerado, y la alianza de la alemana con Brussels Airlines, SwissAir y Austrian Airlines.

Las tres han anunciado su interés en quedarse con TAP.

La más reciente privatización de una aerolínea europea fue la de Ita Airways, nacida de la liquidación de la vieja Alitalia y para la que se buscaba un socio desde hace años. Lufthansa adquirió en mayo pasado el 41% de la empresa transalpina por 325 millones de euros. Thatcher y la primera gran privatización.

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La primera gran privatización de un aerolínea pública fue la de British Airways, propiedad del Estado británico desde mediados del siglo XX, y puesta en venta durante el gobierno conservador de Margaret Thatcher, que inició el proceso en 1981.

A pesar de que la aerolínea tenía buenos resultados financieros, hasta el punto de ser una de las más rentables del mundo en un periodo en que las aerolíneas estatales estaban de caída, en 1987 concluyó su privatización.

La británica dio paso a una oleada de privatizaciones de aerolíneas en Europa que continuaría hasta principios del siglo XXI.

La salida del Estado de Lufthansa comenzó en 1994 y culminó en 1997. La compañía abordó después un proceso de compras de otras aerolíneas menores de centroeuropa, como Swissair, en 2007; Austrian Airlines, en 2008; y Brussels Airlines, en 2009.

El Gobierno de Francia decidió en 1997, con el primer ministro Lionel Jospin al frente, aprobar la privatización parcial de Air France, que en 2004 se fusionó con la estatal holandesa KLM, consorcio en el que el Estado francés controla un 28.6% del capital y el holandés, un 9.3%.

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En el caso español, Iberia era de titularidad pública hasta 2001, cuando comenzó su proceso de privatización y, posteriormente, se integró en la alianza IAG, con la que compite actualmente entre los grandes del mundo. El español Luis Gallego es el máximo ejecutivo del grupo hispano británico.

En el caso de Dinamarca, Noruega y Suecia, los tres países comparten una aerolínea, Scandinavian Airlines, una colaboración forjada en 1951 que consolidó las empresas de bandera de cada país en una sola.

Actualmente el grupo es mayoritariamente privado aunque el Estado sueco conserva un 14.8% del capital y el danés, un 14.2%, mientras que el noruego optó por deshacer su participación.

Continúan siendo de mayoría de capital público de menor tamaño como la finlandesa Finnair, en la que el Estado controla el 55.9%, y la estonia Nórdica, después de que su fundación en 2015 una vez que la anterior empresa de bandera, Estonian Air, fuese declarada en bancarrota y liquidada.

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