A ocho meses de llegada la pandemia a Sudamérica, el mercado de bebidas resiste el impacto con dos tendencias contrapuestas. En segmentos emergentes, las marcas económicas ganan terreno; y en nichos altos, los productos de indulgencia repuntan.
Inés Caruso, head of Marketing and Innovation en Diageo Pebac (Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile), señaló que bebidas como Baileys crecieron 7% en los últimos tres meses y la venta se acentuaría en Perú por la estacionalidad que asoma.
“La gente en casa necesita mimarse, estos nichos premium aumentaron su demanda por la tendencia de indulgencia”, comentó a Gestión.
Si bien el crecimiento de marcas estándar se da particularmente en Perú, la ejecutiva también destacó el despegue del gin y las maltas para el consumo en casa. Y en el caso del whisky, resaltó la relevancia de formatos pequeños para sostener la demanda.
“Ahí tenemos el Johnnie Walker Pocket, se adapta a ocasiones de menos personas”, dijo tras mencionar que la marca apostará por la personalización de las botellas, un libro, un documental y otras iniciativas por sus 200 años.
Proyecciones
Consultada por la situación del mercado de bebidas, Caruso reconoció que el año fiscal culminado en julio para Diageo fue impactado, sobre todo en marcas premium, por el cierre de restaurantes y bares. Sin embargo, ya ven señales de mejora.
Y es que, en los últimos tres meses, la compañía crece en un dígito, apoyada por marcas para el consumo familiar, anticipando la recuperación de las otras categorías.
“Para el segmento premium, el inicio de la temporada de fiestas y verano marcará el camino hacia la recuperación”, anotó, tras mencionar que el canal online y de regalos serán clave, por ejemplo, para el whisky de lujo, y contribuirán a compensar la ausencia de eventos y reuniones de fin de año.
Así, de cara al 2021, estimó una recuperación de los volúmenes de venta del 2019, dejando atrás un periodo en el cual creció el whisky de bajos tickets y las bebidas espirituosas o destiladas resistieron mejor que las cervezas.
Tendencia
Para resistir a las restricciones dictadas a la llegada del COVID-19, Diageo Pebac y los bares y restaurantes apostaron por llevar la experiencia de consumo en estos locales, a casa. Para ello, el esfuerzo se orientó a la digitalización, delivery, diseño de cajas, vasos y otras acciones que, pasada la pandemia, seguirán.
“El consumidor va a querer volver a salir, pero el ‘take away’ de comida crece y tratamos de que la tendencia esté acompañada por cocteles”, comentó Inés Caruso.
Consultada por otros patrones de consumo que se mantendrían, estimó que las ocasiones más diurnas y de tarde seguirán ganando relevancia en el hogar y que el e-commerce ya no retrocederá en el sector, pues el consumidor perdió el miedo a comprar bebidas por internet.