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LUIS HIDALGO SUÁREZlhidalgos@diariogestion.com.pe

'A acomodarse de nuevo y seguir' parece ser la recomendación general del Fondo Monetario Internacional ( ) para los países latinoamericanos en la coyuntura mundial actual.

Si bien los desafíos económicos a los que se enfrentan estos países difieren en cada caso, enfrentan un tema común: deberían recomponer los márgenes de maniobra para la aplicación de políticas y mantenerse atentos a los riesgos a la baja del crecimiento económico, precisa.

En su última "Perspectivas económicas: las Américas", refiere que uno de los desafíos de las economías de América del Sur financieramente más integradas (Perú, Chile, Colombia, Brasil y Uruguay) es redoblar los esfuerzos de consolidación fiscal para dar a la política monetaria la flexibilidad necesaria y recomponer los márgenes de maniobra utilizados durante la crisis del 2009.

Sin embargo, el considera que la consolidación fiscal debe diseñarse de forma tal que no comprometa el gasto social y en infraestructura. También recomienda la adopción de metas fiscales estructurales (es decir, excluyendo los gastos e ingresos impulsados por el ciclo económico, como ha propuesto el MEF).

"Un importante principio rector debería ser que el crecimiento anual del gasto público primario (que no incluye los gastos por intereses) se mantenga, en general, en línea al crecimiento de los ingresos estructurales, lo que en la mayoría de los casos corresponde con el crecimiento del PBI potencial", detalla.

Monetaria Dado que estas economías desaceleraron su crecimiento y están creciendo cerca o por encima del potencial (Perú está creciendo alrededor del 6.5% en el primer trimestre), y que los riesgos mundiales se han elevado, el Fondo advierte que los bancos centrales deberán lograr un equilibrio difícil.

Por una parte, deberán estar preparados para respaldar las condiciones de liquidez si los shocks mundiales adversos (Europa, ) se materializan y, por otra, deberán asegurar que la política monetaria continúa anclando las expectativas de inflación.

Al mismo tiempo, las políticas macroprudenciales pueden ayudar a evitar los excesos financieros ante el crecimiento robusto del crédito y los flujos de capital volátiles, precisa.