:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/43WKFCDUYBFXLGBICT2W2QY22Y.jpg)
Paris (Reuters).- Durante su campaña electoral, el presidente francés, Francois Hollande, incrementó las expectativas de que reactivaría la economía y frenaría el aumento del desempleo . Sin embargo, un nuevo descenso en las encuestas de opinión muestra que la opinión pública gala está perdiendo la paciencia.
La aprobación del mandatario socialista cayó al 44% en una encuesta desde más del 60% registrado en mayo, cuando asumió el cargo de manos del impopular Nicolas Sarkozy.
Una segunda encuesta mostró que un 72% de los votantes siente que Hollande está actuando con demasiada lentitud para resolver sus problemas.
Este descenso en la popularidad deja a Hollande vulnerable al malestar público , mientras prepara un presupuesto para el 2013 en el que debe ahorrar 30,000 millones de euros (37.700 millones de dólares) para cumplir con los objetivos de déficit.
El presidente debe pedir además al Parlamento que ratifique un pacto fiscal europeo, que los euroescépticos temen que expondrá más a Francia a la austeridad impuesta por Bruselas.
"Hollande puso el listón alto al decir que tiene ideas originales. La gente está decepcionada. Siente que él no tiene las soluciones que dijo tener", dijo Jerome Sainte-Marie, de la encuestadora CSA, cuyo último sondeo mostró que sólo el 49% de los franceses tiene fe en Hollande, una baja de 5 puntos porcentuales desde fines de julio.
Una encuesta realizada por Ipsos, publicada el lunes, dio aHollande un nivel de aprobación del 44%, por debajo del 55% de julio. El sondeo mostró que el 47% de los encuestados desaprueba la labor del mandatario francés.
La luna de miel entre Hollande y los electores ha terminado mucho más rápido que la de su predecesor, Sarkozy, cuyo nivel de respaldo sólo cayó por debajo de la marca del 50 por ciento ocho meses antes del término de su mandato entre 2007-2012.
"La causa principal es el aumento del desempleo y los rumores de más despidos en el futuro. La gente esperaba un cambio, tal vez una especie de proteccionismo, pero ve clásicas políticas económicas y un deterioro de la economía y el empleo", dijo Sainte-Marie.