Los depósitos del sector público en el Banco Central de Reserva (BCR), en moneda nacional, casi no reflejan movimiento en lo que va del año pese a la crisis.
Estos fondos alcanzan los S/ 45,471 millones al 22 de julio, cifra que es menor en apenas S/ 198 millones, o en 0.4%, a la reportada al cierre del 2019.
La poca variación registrada en estas cuentas se debe a la falta de capacidad de gasto público, reflejada, por ejemplo, en que los gobiernos regionales no han ejecutado la mayor parte de su presupuesto, refirió Jorge Chávez, gerente general de Maximixe.
“Este gobierno es muy ineficiente, incluso se endeudó (en los meses de aislamiento), sin embargo, mantiene sus fondos depositados en el Banco Central, lo cual es ilógico, pues lo primero que debió hacer fue usar estos recursos”, sostuvo.
La inversión pública reflejó cayó 34% en el primer semestre, según el instituto emisor.
Crisis
Los depósitos del sector público en el BCR han permanecido flat en casi todos los meses y solo se redujeron en S/ 4,000 millones entre marzo y mayo, aunque en el siguiente mes retornaron a niveles previos a la pandemia.
Chávez considera que el monto utilizado tras el anuncio de estado de emergencia no fue suficiente para la gravedad de la crisis por la que atraviesa el país.
De forma similar, Jorge Guillén, catedrático de ESAN, indicó que el total de fondos usado durante estos tres meses es muy pequeño comparado con los recursos destinados por otros países de la región, lo que denota problemas de gestión y lentitud en reaccionar a una situación crítica.
Afirmó que, en el periodo de confinamiento, en otros países de la región la ayuda social llegó más veces que en el Perú.
Cambios
Si bien el Estado, en esa ocasión, destinó recursos fue un gasto que ya se diluyó en el tiempo, y así, luego de mayo los depósitos públicos en el BCR aumentaron nuevamente, agregó.
Los fondos depositados en el Banco Central provienen de entidades del sector público, Tesoro Público, la Oficina de Normalización Previsional (ONP) y Essalud, y forman parte de la liquidez del BCR.
Los especialistas coincidieron en señalar que los continuos cambios registrados en el Gabinete Ministerial también retrasan el uso de los recursos públicos, pues los entrantes titulares de cartera deben empaparse de la gestión anterior.
Ideal
Por su parte, el presidente del BCR, Julio Velarde, consideró ideal que el Gobierno gaste más de los depósitos que tiene en la institución monetaria (Gestión 20.07.2020).
Asimismo, Chávez mencionó que dichos recursos deberían utilizarse en los diversos programas establecidos para la reactivación de la economía.
“Hay programas que ya se lanzaron pero al parecer lo hicieron sin mucho planeamiento, por ejemplo, Arranca Perú debería estar funcionando”, manifestó.
Según Guillén, el Gobierno está esperando a ver el desempeño que tendrán las actividades productivas que se reanudan, y si ello se traducirá en una mayor recaudación del fisco, que le permita más margen para asignar recursos.
Costo de oportunidad
En tal sentido, prevé que los mencionados depósitos serán utilizados en los meses que restan para culminar el año ante los débiles indicadores relacionados con empleo y pobreza.
Es difícil evaluar un costo de oportunidad de no utilizar esos recursos, pero algún indicio de ello puede dar al Gobierno el aumento de los niveles de pobreza y desempleo en el país, acotó.
Depósitos no rinden intereses
El Banco Central actúa como agente financiero junto con el Banco de la Nación, y ambos mantienen depósitos del sector público, dijo Jorge Chávez, de Maximixe.
Sin embargo, son fondos que no remuneran una tasa de interés, agregó.
Según el experto, estos recursos no están en el sistema financiero privado porque tendrían cuota de riesgo, mientras que el BCR implica cero riesgo.
En tanto, Jorge Guillén, de ESAN, recalcó que el BCR no es un intermediador como las entidades financieras privadas, por lo que no brinda rentabilidad a los depósitos públicos.
Los especialistas afirman que el Gobierno puede disponer de este dinero de acuerdo con el presupuesto asignado en el año, aunque también, en la crisis, a través de decretos de urgencia.