Redacción Gestión

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El economista Hernando de Soto, presidente del Instituto Libertad y Democracia, saludó que lleve el nombre de "gabinete del diálogo" y que se haya anunciado un nuevo modelo de , pero advirtió que esa no es la solución de fondo. Para él, todo continuará igual si no se realiza un en las zonas donde opera la industria extractiva.

"El resultado de no haber titulado es que en lugar de haber creado ciudadanos, individuos, que puedan dialogar con la empresa y ver qué es lo que mejor cabe, . Y las autoridades políticas no tienen argumentos económicos, , y de eso solamente puede salir un conflicto", explicó.

"El no haber fortalecido un proceso de individualización, de desmasificación, que ya había comenzado en el Perú y comenzar a dialogar con políticos es supongo parte de la solución, pero en ese momento ya no estamos hablando con personas que podrían ser empresarios o comerciantes, sino y reconociendo que en el Perú hay dos poderes. Estás regresando a los feudos que existían antes y dejando que ", agregó en el programa La Hora N.

Sin mesas de negociaciónDe Soto sostuvo que los conflictos sociales con el Estado, pues el Perú es un país donde impera el Derecho y es el sistema jurídico el que tiene que resolverlos. Por ello, se preguntó por qué el Derecho no sirve como mecanismo de solución y por qué es el Gobierno que tiene que salir a poner el "parche".

"Continuamente los seres humanos tenemos problemas los unos con los otros, a veces está el Poder Judicial, pero no por tener un problema abrimos una mesa de negociación con el Estado, sino entramos a un sistema. Como en el problema con Chile que se lleva a la Corte de Justicia de La Haya. Todo funciona dentro del derecho sin que se abra una mesa de negociación. Por qué estamos abriendo mesas continuamente con nuestra gente que evidentemente sigue estando descontenta, sobre todo en áreas en las cuales llega el siglo XXI y se enfrenta a siglo XVII, XVIII y quizá XIX. Y habría que saber por qué el derecho no sirve de mecanismo para resolver esos diferendos, porque sino van seguir surgiendo (los conflictos)", argumentó.

Recordó que en la década del noventa hubo un fuerte ingreso del capitalismo, pero a la vez se logró "entretejer" ese 'boom' con la población urbana y darles los mismos derechos con la titulación, lo que empoderó a las zonas periféricas de Lima.

"Esa misma historia comienza a repetirse, pero ahora en el sector agrario, donde hay dos lados: aquellos que con sus tierras las mineras comienzan a crear prosperidad y aquellos que no van a poder jamás porque ni siquiera tienen el mismo derecho sobre la tierra. Y comienzan con los síntomas, que es el agua, después la tierra, después el 'status' social. Entonces, el problema de fondo es saber si con el diálogo se dan cuenta que el problema, a parte de dialogar, es ver dónde están las diferencias de los derechos entre unos peruanos y otros peruanos", explicó.

"Es necesario de que todos los ciudadanos puedan conversar según el derecho y no según la mesa de negociación política. Comprendo que por el momento sea necesario, pero el día en que a mí me pongan una mesa yo ya sé que soy un ciudadano no protegido por el derecho", finalizó.