Impuestos a apuestas deportivas online bajo la mira del MEF, ¿qué debe considerar?

El anuncio se da justo en abril, el primer mes donde los actores de este mercado (empresas, proveedores y laboratorios de certificación) deben empezar a pagar el impuesto, según estableció en su momento el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).

Fuentes de este ministerio indicaron que aún no se ha conversado del tema con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que aún está definiendo el mecanismo que garantizaría el pago de este tributo para las empresas extranjeras, según pudo saber Gestión. A raíz de ello, expertos en tributación y actores del sector perfilan qué alternativas tiene hoy el Estado para acrecentar los ingresos tributarios de un sector que tiene un volumen estimado anual de S/ 4,500 millones, según el Mincetur.

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Dinámica compleja

La ley original (N° 31557) fue modificada por el Parlamento a través de la ley Nº 31806 en julio del 2023. Con ello quedó claro que tanto las empresas peruanas, como no domiciliadas, debían pagar el impuesto especial.

Según la norma y su reglamento, para acceder a la autorización de funcionamiento, la empresa debe presentar una garantía monetaria por cada licencia a favor del Mincetur. Su valor es equivalente al 3% del ingreso neto anual o 600 UIT (cerca de S/ 3.1 millones) y puede ser un depósito bancario, carta fianza o una póliza de caución, emitida por una empresa del sistema financiero, bajo la supervisión de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).

De acuerdo con Charmaine Hogan, jefa de Asuntos Regulatorios de Playtech, proveedor autorizado por el Mincetur, esta herramienta es clave para garantizar la tributación en otros mercados regulados.

“Sirve de salvaguarda de las obligaciones y sanciones derivadas de la aplicación de la ley. En esencia, si estas empresas dejan de pagar sus impuestos y otras cuotas, las cantidades podrían deducirse de las garantías que han brindado”, señala a Gestión.

A consideración del socio del área tributaria del Estudio Muñiz, Luis García, si bien la garantía es una alternativa que el MEF podría reforzar, también debe esclarecer la modalidad de declaración del impuesto. “Su proceso de liquidación es complejo para un extranjero, si se busca que pague directamente, por nuestras propias formalidades administrativas”, explica.

Aparte, indica el abogado tributarista, Jorge Picón, la forma en la que se construyen los ingresos de este sector dificulta la recaudación. “Está compuesto por las apuestas, menos el pago de premios. Eso supone que Sunat acceda a la contabilidad de una casa de apuestas que está domiciliada, por ejemplo, en Gran Caimán. No tienen jurisdicción”, sostiene.

Picón agrega que también existe un alto margen de discrecionalidad sobre las cifras que presentan las empresas extranjeras. “¿Cómo separas los premios correspondientes a Perú de otro país? Son transnacionales. Seguro establecerán alguna presunción para la retención, como un margen del 10% de la apuesta, pero eso es variable en este mercado. Por eso algunas hasta quiebran”, apunta.

De hecho, el Mincetur calculaba en octubre que el promedio de pagos de premios sobre el volumen total del mercado peruano era del 70%, unos US$ 3,150 millones anuales. El resto, US$ 1,350 millones, sería la utilidad neta.

Por eso, tanto Picón como García, coinciden en que el MEF podría buscar replicar algo similar a lo que se hizo en 2003 con el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF). “Cuando se hagan pagos al exterior a través de tarjetas de crédito, hacer una retención. Por ejemplo, si pagas 10, retienen 3 o 4″, detalla Picón.

García sostiene que lo clave ahí sería definir quién será el agente de la retención. “En lo tradicional, siempre es el que paga la renta, el usuario final. Pero en las apuestas, sería complejo fiscalizar. Aquí tendrían que ser los bancos”, refiere.

Para Hogan, el Estado tendrá que comprometerse a considerar estos y otros puntos, ya que se trata de un mercado con cambios muy bruscos. “Siempre serán necesarias revisiones y actualizaciones periódicas de la normativa. Los documentos actuales son un avance significativo, pero hay que tener en cuenta el futuro, incluido el impacto potencial de la inteligencia artificial”, considera la jefa de Asuntos Regulatorios de Playtech.

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Crecen actores

El propósito de regular las apuestas online en Perú, aparte de los ingresos para el fisco, busca que el Estado formalice este negocio millonario. Desde que se publicó en 2022 la ley actual hasta ahora, se ha incrementado el tamaño de empresas que tienen actividades en este sector.

Hasta marzo del 2023, como contó Gestión, el Mincetur tenía identificados a 41 operadores, de los cuales solo 15 era nacionales. Casi un año después, el extitular del ministerio, Juan Carlos Mathews, dijo que habían 115 empresas identificadas en el sector, donde el grueso seguían siendo foráneas: 86. Hoy, podrían ser aún más.

El pasado 13 de marzo, cuando se cerraron las presentaciones de solicitudes de autorización para empresas operantes antes de contar con la ley 31557, el Mincetur reportó que recibieron 145 de estos pedidos. En la relación figuran empresas conocidas como la extranjera Betsson y las locales Retabet o La Tinka.

“El proceso de solicitud de licencias en Perú ha sido uno que cumple con las expectativas, donde se han solicitado documentos estándar que también han sido solicitados en este tipo de procesos en otros mercados”, recalca Hogan de Playtech.

Con dicho tamaño de mercado, el Mincetur ha señalado que esperan recaudar S/ 162 millones anuales. Estimado que resulta poco fiable, a consideración de García.

“Es complicado solo darlo. Es un mercado con cierta informalidad, complicaciones recaudatorias y no hay una base de datos sólida sobre el mismo”, sostiene el socio del Estudio Muñiz.

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SOBRE EL AUTOR

Alessandro Azurín

Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde escribió en el portal Somos Periodismo y la revista Impresión. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Especializado en áreas como inversión pública, construcción y saneamiento, y economías ilegales.