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Pasado el Perumin 36 y los ofrecimientos de destrabe de proyectos mineros que en ese foro anunció el Gobierno peruano, las perspectivas de inversión para este y los siguientes años no han mejorado entre los actores del mercado, sino que mantienen su tendencia negativa.
En el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2024-2027, publicado en agosto, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), había previsto que la inversión privada en general caería 4.5% este año, afectada en parte por el deterioro de la inversión minera, debido a la finalización del proyecto Quellaveco (en Moquegua), como la postergación de proyectos mineros.
Para el 2024, el MMM advirtió que la inversión minera continuaría afectada por el retraso en el inicio de planes de construcción de nuevas minas o ampliaciones de las actuales.
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Cartera de proyectos
Más allá de esa previsión, en la última actualización de su cartera de proyectos, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) estimó que para el periodo 2023 al 2026 se estimaba una ejecución de inversiones (en nuevos proyectos) de US$ 3,540 millones.
Para el cierre del 2023, esa cartera espera la ejecución de US$ 647 millones con el aporte de proyectos como San Gabriel, Ampliación Santa María, Ampliación Toromocho (fase II) y Reposición Antamina.
Para el 2024, avizora la ejecución de US$ 1,213 millones, que incluía el inicio de construcción de los proyectos Yumpag, Romina y Corani, así como la continuidad en labores de construcción del proyecto San Gabriel, la continuación de Ampliación Toromocho y Reposición Antamina.
En 2025 prevé la ejecución de US$ 866 millones, como resultado principalmente del inicio de construcción de Zafranal (que demanda inversión total de US$1,263 millones).
En el 2026, estima que se ejecutaría US$ 814 millones como resultado de la construcción de Romina, Corani, Zafranal y Reposición Antamina. En este año, culminaría la construcción e iniciaría operaciones el proyecto Romina de Compañía Minera Chungar.
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La menor inversión prevista
De concretarse esta proyección de US$3,540 millones entre el 2023 y el 2026, significaría una inversión anual promedio de US$ 885 millones, una de las cifras proyectadas más bajas de las últimas décadas, y que representaría apenas el 6.6% de la inversión global del portafolio (de US$ 53,130 millones).
A modo de comparación, para el periodo quinquenal 2021-2025, el Minem planeaba la ejecución de proyectos por US$ 10,342 millones, lo que significaba el 19.5% del monto global, a razón de US$ 2,000 millones en promedio por año.
Previamente, para el lapso del 2020 y el 2025 el sector había estimado que se ejecutaría el 21.9% del monto total en cartera, a razón de US$ 3,760 millones de inversión en promedio anual, y montos cercanos cada vez que actualizaba sus proyecciones.
Inversión en la cartera total se contrajo
La última actualización de la cartera (de US$53,129 millones), significa US$586 millones menos en comparación con la cartera estimada en enero último (de US$53,715 millones).
El MMM 2024-2027 había previsto que la inversión del sector se contraería en 16.0% este año y en -7.0%, en el 2024, afectada por la postergación de nuevos proyectos como Magistral y Yanacocha Sulfuros, señalando que este último, por ejemplo, se ha postergado para el 2026, como estrategia de Newmont para optimizar su portafolio.
Ya en el primer semestre el gasto de las empresas mineras se redujo en 19.6%, llegando a US$2,241 millones, y que incluye inversiones en proyectos, pero que en su mayor parte comprenden el gasto en mantenimiento de las operaciones en curso.
El MEF indicó en su MMM que ésta contracción de las inversiones en esta industria se produce en un contexto de condiciones de financiamiento adversas en el mercado internacional, lo que llevó (a las empresas) a optimizar las carteras de proyectos y opciones de inversión.
De hecho, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), Víctor Gobitz, estimó que este año las inversiones llegarían en total a US$3,500 millones, concentrada en mantener la producción antes que en nuevas iniciativas de construcción de minas.
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Proyecciones
Para Marcial García Schreck, socio del área legal e impuestos de EY Perú, la inversión minera se podría contraer entre 18% a 20% este año. Así consideró que la proyección del Minem (que este año se llegaría a una inversión minera total cercana a los US$ 4,000 millones), resulta muy optimista.
“Si bien hay varios proyectos que en teoría deberían iniciarse el 2023, la verdad es que como vamos, es difícil que arranquen este año”, refirió.
Agregó que “la inversión minera viene mal y es desafortunado porque la demanda de cobre está proyectada para que se duplique en los próximos diez años”. Con ello, esto es resultado no solo de conflictos sociales, sino de la inestabilidad política, la falta de simplificación de la tramitología y de mensajes contradictorios del Gobierno.
“Perú debería ser país de destino muy atractivo para la inversión minera, y deberíamos estar apostando a promover la cartera de proyectos, pero eso no se está dando e inclusive hay mensajes contradictorios en este gobierno que se han escuchado en Perumin 36″, anotó.
En ese foro, Perumin, aunque el premier Alberto Otárola indicó que el proyecto Tía María no estaba en la agenda del Gobierno, el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, anotó que este semestre se preveía avance en el diálogo para poner en marcha ese proyecto.
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Ventanilla Única sin mayor novedad
Xenia Forno, socia del área de minería del estudio Rubio, Leguía Normand, advirtió que no hay mayor avance en el Decreto Supremo que anunció el Gobierno y lo publicó el último lunes para implementar la Ventanilla Única Digital (VUD) para la minería, salvo incorporar a cuatro nuevas entidades.
“(El DS) no dice cómo va a funcionar (la VUD), de quién es la responsabilidad, quién va a resolver (los conflictos). En realidad diría que es una norma declarativa y que hay que esperar otras normas (que establezcan lo indicado), que se dicten más adelante”, aseveró.
Una mesa única virtual significa que se establezca el soporte informático necesario para que el ministerio reciba y traslade a todas las entidades la parte que le corresponde, (y determine) quiénes van a coordinar (esa entidad), añadió.
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Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.