La Fed adelanta la subida de tasas y golpea a los mercados financieros

“La actualización de proyecciones sugiere que, ante la velocidad observada en la recuperación económica, la institución consideraría apropiado realizar hasta dos ajustes al alza de su tasa de política monetaria en el 2023. Hace tres meses, los funcionarios esperaban ejecutar la primera alza todavía en el 2024”, apunta Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Inteligo SAB.

Si bien se mantiene la narrativa de que el alto nivel de la inflación es “temporal” y responde a factores “transitorios”, el riesgo de una inflación más sostenida no es descartado por la Fed. “Hay elementos que pueden posibilitar que la inflación sea más elevada y persistente de lo que esperamos”, explicó Jerome Powell, presidente de la Fed, en la conferencia de prensa realizada al finalizar la reunión.

Además, agregó que “es un momento absolutamente extraordinario y no tenemos una guía o experiencia previa en una situación semejante. Por eso debemos ser cautos con nuestra capacidad de interpretar los datos”.

Este nuevo panorama coloca en primer plano también el anuncio sobre la finalización del plan de compra de activos desplegado durante la pandemia. Una palabra, tapering (retirada de estímulos), es clave para los inversionistas; sin embargo, no encontraron muchas respuestas en la reunión. Y es que después de que la Fed anunciara en junio que empezará a vender la cartera de bonos adquiridos en su programa, no se han dado anuncios relacionados al tema.

Al ser cuestionado, Powell mencionó en la conferencia de prensa que se acordó en el comité de política monetaria “empezar a hablar en un futuro cercano sobre el tema”.

Por ahora parece adecuado mantener el elevado ritmo actual de compra de activos. Falen sostiene que hay tres razones para justificar una situación de wait-and-see por parte de la Fed antes de iniciar el tapering: 1) evaluar cómo pueden lidiar los mercados financieros con un verano de fuerte actividad económica, 2) analizar la fortaleza de la recuperación del consumo y 3) la evolución en el frente de la pandemia.

“Por el momento, el consenso de analistas apuesta a que en agosto o setiembre se haría el anuncio y el tapering comenzaría a finales de año”, adelanta.

“Corresponderá a Powell y al resto de miembros de la Fed volver a asegurar a los mercados financieros que el retiro de estímulos y el alza de tasas en el 2023 no tiene por qué ser perturbador. Hasta entonces, a la Fed le aguarda una difícil tarea para procurar que la retirada de todo el paquete de estímulos monetarios lanzados con la crisis no cree la inestabilidad financiera que precisamente se quiso evitar con su puesta en marcha”, señala el economista.