Los motivos que explican el rally del petróleo

Por el lado de la oferta, a inicios de año la OPEP+ anunció un recorte conjunto de producción con el fin de presionar al alza el precio internacional. El reciente pacto del cártel acuerda que Rusia y Kazajistán incrementen su producción a 65,000 y 10,000 barriles diarios en febrero y marzo, respectivamente, lo que sería compensado por un recorte “voluntario” de Arabia Saudita de 1.0 millón de barriles diarios en el mismo período. Esta decisión se dio luego que la demanda petrolera mundial cayera 9.8%, a 90 millones de barriles por día (bpd).

Para el 2021, la OPEP+ prevé una recuperación parcial de la demanda de 5.9 millones de bpd, revisando al alza su estimado hasta 95.9 millones de bpd. “Se espera que el avance de las campañas de vacunación alivie los impactos de la segunda ola de contagios y se pueda retomar parte de la normalidad en el segundo semestre del año. Sin embargo, a pesar de los avances en la inmunización, el aumento de la demanda aún no llevaría el consumo a niveles prepandemia de alrededor de 100 millones de bpd”, advierte Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB.

Un factor adicional que ha surgido en las últimas semanas es el climático. Un invierno sin precedentes en Estados Unidos ha congelado pozos y oleoductos, así como el cierre de fábricas y refinerías. Esto ha llevado a un recorte de la oferta que ha presionado al alza al precio del petróleo.

Si bien esto favorece el precio, también hay un impacto negativo sobre la demanda (cortes de luz, cierre de aeropuertos, carreteras, etc.), lo que contrarrestaría, en parte, el alza potencial del precio. “De esta manera, el rebote de la demanda de petróleo seguirá sosteniendo la recuperación de su precio”, adelanta Falen.

El plan de estímulo por $1.9 billones de Joe Biden impulsa la demanda del mayor consumidor de petróleo del mundo (Estados Unidos), a lo que se agrega la reactivación global producto de la vacunación. Además, la OPEP está focalizada en mantener un precio competitivo, para lo que está dispuesta a limitar su oferta.

“El principal riesgo bajista es la demora en la distribución de vacunas a nivel mundial, pues ello restaría dinamismo a la reactivación económica y específicamente al sector de transportes, desde aeronaves hasta autos particulares. Un riesgo adicional sería una pronta implementación de políticas energéticas ‘verdes’ por parte del gobierno de Biden”, apunta el economista.