El último informe de la consultora Macroconsult alerta que las recientes movilizaciones sociales en países de la región -como Chile y recientemente Colombia-, aumentan el riesgo de producirse similar situación en el Perú, aunque afirma que aún se está a tiempo de discutir y llegar a consensos, y así no llegar a tal situación.
Explica que las movilizaciones sociales en varias ciudades de Colombia, de las más importantes en los últimos 10 años, se iniciaron el jueves 21 de noviembre pasado de manera pacífica y continuaron hasta el viernes en la noche, cuando se decretó un toque de queda en la capital, Bogotá, ante los actos de violencia registrados. Agrega que estos eventos coinciden con la crisis sociopolítica observada en Chile, por lo que es importante preguntarse si son fruto de un efecto contagio.
Bajo este contexto, señala que las políticas económicas procrecimiento en ambos pasíses si bien son necesarias para reducir la pobreza y aumentar los ingresos de la población, no son suficientes para mejorar el bienestar y garantizar la paz social en los países.
Agrega que temas como la desigualdad de oportunidades, la corrupción, el ambiente, las libertades individuales, la igualdad de género, la libre competencia, entre otros, están tomando cada vez más importancia en la sociedad, de manera que en Perú se puede evitar tales estallido sociales.
“En Perú aún estamos a tiempo de empezar a discutir y llegar a consensos sobre lo que requiere el país, no solo en términos económicos, si no, también institucionales y sociales, para luego no caer en propuestas populistas que pongan en peligro lo conseguido hasta el momento. Esto será particularmente clave con miras a las próximas elecciones congresales y presidenciales”, refiere el reporte.
Agrega que si bien aún no se puede hablar de un impacto económico significativo en Colombia como consecuencia de las marchas, dependiendo de cómo se manejen las demandas en los próximos días, la situación podría afectar las expectativas económicas del país en el 2020.
Contexto de las protestas
El informe señala que es esencial entender el contexto en el que se desenvuelven las protestas. Colombia es un país miembro de la Alianza del Pacífico, bloque de países de Latinoamérica que busca tener políticas económicas promercado, tiene un ingreso per cápita de US$ 14,936, ligeramente superior al de Perú pero aún lejos del de México y Chile.
En términos de gobierno, se parece más al de Chile, pues los presidentes de ambos países son vistos como de derecha y entraron con la intención de realizar reformas a favor de la inversión.
Lo segundo es analizar las causas que llevaron a que se den las manifestaciones en Colombia. Al respecto, se señala dos factores. El primero es la manera en la que el presidente de Colombia, Iván Duque, viene implementado y cumpliendo los acuerdos de paz firmados en el 2016 por el entonces ex presidente Juan Manuel Santos, con las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Existe la percepción de que el gobierno no tiene voluntad de poner en práctica el acuerdo de paz debido a una serie de sucesos recientes de violencia en las zonas rurales del país, lo que desencadenó una moción de censura en el Congreso contra el entonces Ministro de Defensa, Guillermo Boterno, y su posterior denuncia al cargo.
“Otro factor que apoya esta percepción es una presunta cercanía de Duque con el expresidente y un miembro del Senado. Álvaro Uribe, uno de los principales críticos del acuerdo de paz, actualmente envuelto en un serie de escándalos de corrupción”, afirma.
Reformas y consensos
La segunda causa principal de las manifestaciones -continúa el reporte- es la oposición a la eventual implementación de una serie de reformas económicas (tributaria, laboral y de pensiones) impulsada por el gobierno. Entre las medidas planteadas figuran el recorte de impuestos a las empresas y el aumento de los impuestos al consumo, el recorte del salario mínimo para los jóvenes, la eliminación de pensiones estatales, entre otras.
“El rechazo a estas medidas ocurre en un contexto en que la población en países como Chile, reclama políticas orientada a aumentar el Estado de bienestar (mayor peso del Estado a costa de mayores impuestos a las personas y las empresas), por lo que no se descarta cierto efecto contagio, más aún porque las protestas han venido acompañadas de algunos pedidos, como mayores recursos para la educación pública”, sostiene.
En ese sentido refiere que estos factores han llevado a que la aprobación del presidente Duque se ubiquen en niveles históricamente bajos (26%) a poco más de un año de haber asumido el cargo.
Para calmar las protestas, se convocó a una reunión a los organizadores (sindicatos, movimientos estudiantiles, entre otros) para iniciar una “gran conversación nacional” y lograr un mayor consenso en torno a las políticas a llevarse a cabo en diversos campos, como el crecimiento con equidad, la lucha contra la corrupción, educación, el proceso de paz, el ambiente y el fortalecimiento de las instituciones.
Agrega que este hecho marca una diferencia importante frente a las protestas de Chile, en las cuales no hay interlocutores de la sociedad ante el gobierno, siendo ello uno de los factores que habría llevado a que las movilizaciones se extiendan hasta estas semanas.