No tiene que convertirse en un superhéroe en su primera semana de trabajo. (Foto: Shutterstock)
No tiene que convertirse en un superhéroe en su primera semana de trabajo. (Foto: Shutterstock)

¿Por qué algunas personas tienen más éxito en el plano laboral que otras? La revista de negocios Forbes aclaró esta pregunta a través de un estudio. La clave está en la ‘personalidad’ del colaborador, según los investigadores.

Los resultados indican que “el 78% de los líderes considera que la personalidad distingue a los grandes empleados, mucho más que el ajuste cultural con el 53% e incluso que las habilidades de un empleado (39%)”, de acuerdo a la revista.

Sin embargo, las cualidades que los líderes señalaron como parte de la personalidad, en realidad son las de inteligencia emocional. A diferencia de la personalidad (que nunca cambia), la inteligencia emocional sí puede transformarse y mejorarse.

Por eso, los ejecutivos no necesitan buscar colaboradores que tengan estas habilidades. Su deber, y también el de la empresa, es ayudar a todo el equipo a potenciar su inteligencia emocional para convertirse en excepcionales.

Estas son las características de un colaborador excepcional:

1. Están dispuestos a retrasar la gratificación
Los colaboradores excepcionales trabajan fuera de los límites de las descripciones de trabajo. En lugar de esperar que el reconocimiento o la compensación sean lo primero, avanzan en su trabajo, confiados en que serán recompensados más tarde, pero no se preocupan si no lo son.

2. Toleran el conflicto.
Si bien los empleados excepcionales no buscan conflictos, tampoco huyen de ellos. Son capaces de mantener su compostura mientras presentan sus posiciones con calma y lógica.

3. Están concentrados
No se distraen con clientes malhumorados ni disputas en la oficina. Saben detectar los asuntos importantes y por eso se mantienen enfocados en lo que importa.

4. Son juiciosamente valientes.
Están dispuestos a hablar para hacer una pregunta difícil, vergonzosa o para cuestionar una decisión ejecutiva. Obviamente, eligen el mejor momento para hacerlo y piensan antes de hablar.

5. Controlan su ego
Si bien el ego es parte de su propulsor para mejorar constantemente, nunca se sobrepasan. Admiten cuando están equivocados y acceden a hacer las cosas de manera diferente.

6. Nunca están satisfechos.
Siempre van a querer mejorar su situación laboral aunque ya se encuentren en una buena posición. El colaborador excepcional siempre está en constante mejoramiento.

7. Necesitan arreglar las cosas
Tienen la necesidad de mejorar una situación o dinámica que ven que no funciona correctamente dentro de la compañía. Si ven un problema, deben arreglarlo de inmediato.

8. Son responsables.
Toman la responsabilidad de sus acciones, no cuentan excusas. Son dueños de su trabajo, sus decisiones y todos sus resultados, buenos o malos. Llevan sus errores a la gerencia en lugar de esperar que no se descubra.

9. Son empáticos.
Los empleados excepcionales aprecian a sus compañeros. Tienen integridad y habilidades de liderazgo, aunque no sean jefes. Esto significa que se puede confiar en que representen bien la marca. Los gerentes saben que pueden enviarlos a reunirse con clientes y prospectos sin preocuparse.

10. Neutralizan a las personas tóxicas.
Controlan sus interacciones con personas tóxicas manteniendo sus sentimientos bajo control y acercándose racionalmente. Identifican sus propias emociones y no permiten que la ira o la frustración alimenten el caos. También consideran el punto de vista de la persona difícil y pueden encontrar soluciones y puntos en común.

El dato

La personalidad es distinta del intelecto (IQ) y de la inteligencia emocional (EQ). No ocurren juntos de ninguna manera significativa.