La Universidad Antonio Ruiz de Montoya, el Ministerio de Trabajo, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional de Migraciones identificaron las características de la migración de ciudadanos venezolanos en el mercado laboral, a través de una encuesta representativa de 1,601 ciudadanos venezolanos.

Condiciones laborales

Entre los diversos testimonios de los encuestados revelan situaciones de abuso laboral por parte de empleadores como remuneraciones impagas, bajos salarios, jornadas extendidas, estafas, retenciones de documentos y acoso sexual en perjuicio de los trabajadores venezolanos.

Estas apreciaciones fueron recogidas en las tres regiones (Arequipa, Lima y Piura) donde se llevó a cabo esta investigación. En ese sentido, se puede considerar que forman parte de una tendencia relativamente extendida entre los inmigrantes venezolanos.

Algunos elementos que sostienen esta constatación residen en los bajos salarios recibidos (según la encuesta realizada, el 46% de los trabajadores venezolanos gana menos del salario mínimo y 49% recibe ingresos entre S/ 930 a S/ 1,500); la realización de jornadas de trabajo extendidas (de 12 horas), y de carga laboral no acordada con el empleador; estafas relacionadas con las condiciones de trabajo ofrecidas; retenciones de parte de la remuneración como concepto de “garantía”; gratificaciones impagas y derechos laborales que no se cumplen.

Asimismo, se encontró que en la región de Arequipa el 37.6% reportó haber percibido ser víctima de abuso laboral, mientras el 37.5% en Lima señala haber percibido algún episodio y, en Piura, 14.7% de los entrevistados tuvieron la misma percepción.

Entre las situaciones de abuso laboral se reportó, principalmente, casos de retención de pago, pagos menores a los ofrecidos y extensión inconsulta de jornada laboral. En Lima se registraron casos de retención de documentos, en Piura y Arequipa se detectó el impedimento de salida voluntaria, formas modernas de trabajo forzoso.

También se recogió testimonios que dan cuenta del aprovechamiento que hacen agencias de empleo de la situación de urgencia y necesidad de la inmigración venezolana. Por ejemplo, fueron reportados casos de empresas que cobraban al inmigrante un porcentaje de su primera remuneración por el servicio de intermediación laboral.

Acoso sexual

El caso de las inmigrantes venezolanas, los testimonios recogidos dan cuenta de una situación de indefensión que las ubica como un sector muy vulnerable, se registró una evidente brecha salarial de las migrantes mujeres en relación con sus pares hombres, a lo que se suma la exposición continua y permanente al acoso sexual en el centro de labores o en el comercio ambulatorio, en el contexto de una sociedad que ha estereotipado la figura de la mujer venezolana, configurando comportamientos masculinos de acoso y discriminación.

Estas características valoradas por algunos empleadores locales explican en cierta forma la preferencia para contratar trabajadoras venezolanas en algunas ocupaciones específicas. Algunos testimonios de los inmigrantes reconocen mayores oportunidades de inserción laboral para las mujeres en el sector de comercio, servicios y atención al público, donde la imagen estereotipada de la mujer venezolana puede ser vista como un atractivo o “gancho” para convencer a potenciales clientes o consumidores.

Por este tipo de prejuicios y percepciones se encuentran más expuestas a situaciones de explotación sexual y trata de personas; por lo que este entorno laboral es altamente riesgoso por cuestiones de salud y seguridad. Ello las pone en mayor nivel de vulnerabilidad. En contraposición, esta misma percepción sexualizada de la mujer venezolana, ha significado un problema en su inserción laboral en trabajos del hogar, relacionados con el cuidado de los hijos o de familiares dependientes.

En ese sentido, el acoso laboral al que se encuentran expuestas las mujeres venezolanas se ve reforzado por el desconocimiento y desprotección para realizar denuncias, así como las amenazas de pérdida de trabajo y la restricción a otros espacios laborales.