¿Cómo la era digital está matando nuestra creatividad y qué hacer al respecto?

Cada vez las personas son más dependientes de las notificaciones, las campanas de alertas de los teléfonos o las vibraciones de sus relojes inteligentes. La era digital en la que vivimos nos ha hecho creer que debemos llevar un estilo de vida "siempre activo". Sin embrago, esta ha generado preocupaciones sobre sus efectos adversos sobre la creatividad, la productividad y nuestra salud mental y física.

Esto, además, ha hecho que crezca el número de defensores que insta a las personas a desconectarse digitalmente, a invertir más en conexiones fuera de línea y a ser más conscientes del tiempo de pantalla.

Sin embargo, no es sencillo hacerlo. En la actualidad, apuntar a la desconexión obligaría a muchos a no estar al tanto de sus negocios, estudios u otra cosa, pues estas se desarrollan en Internet. Sobre todo, para los emprendedores que tienen digitalizados a sus contactos, clientes o trabajadores.

Pero no todo está perdido. Los expertos señalan que mientras vivimos en un mundo digital, el equilibrio será la clave: una forma de honrar el valioso papel que desempeña la tecnología en nuestra vida personal y profesional, al tiempo que proporciona una forma de neutralizar sus efectos negativos al tiempo que aumenta la felicidad, la salud y la creatividad.

El antropólogo digital Brian Solís, presenta un plan para encontrar este equilibrio. En su libro ‘Lifescale’, el experto envía un mensaje lúcido, práctico y muy atractivo en cuanto la búsqueda de esa armonía que toda persona necesita. Su libro incluye ilustraciones divertidas pero reveladoras y “mapas”, fragmentos inspiradores representados gráficamente y otros adornos artísticos.

De allí que el portal Inc. realizó una lista de las cosas que el libro puede enseñar a las personas que necesitan escapar de la distracción digital.

• LA DISTRACCIÓN DIGITAL ES FÁCIL DE NEGAR

En un mundo donde la tecnología ofrece tantas ventajas, puede ser difícil mirar directamente sus responsabilidades. Brian Solís recomienda aclarar la relación con ella, e insta a hacer un examen de conciencia para hacer un inventario de nuestros hábitos digitales.

“En un cruel giro de la lógica, nuestros esfuerzos por salvarnos a menudo nos llevan a la negación. Todas nuestras distracciones tecnológicas nos lo han hecho más fácil porque están diseñadas para parecer muy útiles y enriquecedoras”, escribe Solís.

• LA DISTRACCIÓN DIGITAL MATA LA CREATIVIDAD

Cuando nos distraemos digitalmente, es decir, cuando no tenemos en cuenta nuestro uso de la tecnología, uno de los rasgos humanos más esenciales como es la creatividad disminuye o se pierde completamente.

Solís señala que “resulta que la creatividad no es un regalo raro para los pocos afortunados, es una parte natural del pensamiento y el comportamiento humano. En muchos de nosotros, se bloquea [por distracción digital]. Pero puede desbloquearse. Y desbloquear esa chispa creativa puede tener implicaciones de gran alcance para usted, su organización y su comunidad”.

• EL PROPÓSITO ES EL MEJOR ANTÍDOTO PARA LA DISTRACCIÓN

Cuando una persona tiene un objetivo definido, es mucho más fácil detectar y dejar de lado las distracciones que no le sirven, ni a la persona ni a su propósito.

Solis escribe: “Cuando evitamos la distracción y el enfoque para crear y alcanzar nuestras metas, nos sentimos capaces y exitosos. El propósito también nos saca de nuestro autoenfoque dañino y nos hace sentir parte de algo más grande, más allá de nosotros mismos. Libera nos permite reflexionar sobre nosotros mismos y el pasado y nos mantiene orientados hacia el futuro, con un sentido de lo que podemos aportar”.

‘Lifescale’ es un libro que no inspira a detenernos, reflexionar y recuperar una conexión con la creatividad y el propósito más profundo que necesitamos para ser felices, saludables y tener éxito como individuos, organizaciones y como sociedad en general en este mundo centrado en la tecnología.