Pasión. El ejecutivo Javier Hoyle confiesa sentirse comprometido a practicar tenis aunque el clima se ponga en su contra.
Pasión. El ejecutivo Javier Hoyle confiesa sentirse comprometido a practicar tenis aunque el clima se ponga en su contra.

Javier Hoyle, CEO de Everis, se confiesa un aficionado a los deportes, en especial al tenis. Disfruta practicarlo pues, indica, se ajusta a su perfil competitivo. Es por esto que en los negocios no solo se preocupa de sus actuales competidores, también de los potenciales.

¿Cuál es su estilo de liderazgo?
No tengo un estilo único. Cuando debo apagar un incendio, tengo que ser directo y dar pautas al equipo. Si lidero un equipo experto, doy libertad, tengo poca interacción y dejo que este establezca sus propias respuestas.

¿Cómo se relaciona el colaborador peruano con su líder?
Tiene una idiosincrasia que no se ve en muchos países. Le dicen al jefe lo que quiere escuchar. Por eso, procuro decirle a la gente que me diga lo que piensa. De otra manera, un ejecutivo no se enriquece ni va a cambiar.

¿Cuál ha sido la crítica más difícil de asimilar como líder?
No empaticé con un equipo y me juzgaba por ser muy coercitivo. (Sus miembros) decían que los controlaba y dirigía mucho, que no les daba la libertad de definir sus propias metas.

¿Fue sencillo aceptarlo?
No. Es como recibir un golpe, un acontecimiento que abre los ojos. Es difícil darse cuenta y cambiar. Debía adaptar mi estilo de liderazgo a ese público objetivo de ejecutivos. La experiencia es lo único que ayuda.

¿Se recuperó de ese golpe?
Sí. Para los ejecutivos es necesario reponerse. Recibimos todo tipo de ataques, internos y de la competencia.

¿Cuáles son sus pasatiempos?
Soy una persona muy dinámica a la hora de practicar deportes. Un ejecutivo debe estar en forma, al igual que la empresa que dirige.

¿Qué deportes practica?
Jugué fútbol en liga semiprofesional antes de irme a estudiar a EE.UU. En la universidad practiqué esquí en agua y en nieve, golf y bicicleta. Ahora, de manera diaria, practico tenis. Cuando no puedo, corro.

¿Todos los días?
No recuerdo una etapa en la que dejara de hacer deporte por más de cuatro días. Si tengo una lesión, busco algo que no afecte esa zona. Y mi peso es el mismo desde los 18 años (risas).

¿Quién es su tenista favorito?
Antes era hincha de Sampras, pero Roger Federer ahora es inigualable. Me gusta por su estilo, capacidad y por mantenerse vigente después de tantos años.

¿Qué ha aprendido de él?
Me parece increíble que siendo una persona mayor para el deporte que practica, siga siendo número dos del mundo. También quiero mantenerme vigente y adaptarme con un entrenamiento constante como el suyo, pero a nivel profesional, para seguir destacando.

¿Lanza la raqueta cuando se molesta por un mal juego?
No ahora, pero antes lo he hecho. Es un tema de madurez. Esa energía la considero buena porque demuestra el espíritu competitivo de uno. Sin embargo, con el tiempo, aprendes a controlar la frustración. Quien no tiene ese espíritu de luchador, no va a tirar la raqueta, pero tampoco conseguirá sus metas más difíciles.

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