Las características que un líder precisa para transformar a su organización y sus equipos de trabajo ya no son las mismas que las que se requerían hace unos años. Pero tampoco se trata de cambiar el sistema, sino de crear uno nuevo que reemplace al que ya quedó obsoleto, asegura el coach en liderazgo David Lamka Stockar.
“Si quiere que su empresa sea líder del mercado con una cultura innovadora, necesita cambiar lo que le gustaría que ella modifique. La lógica del liderazgo transformacional empieza por uno mismo para luego expandirse al interior de la organización, con un cambio en la cultura empresarial, para así enfrentar las crisis actuales y venideras desde una óptica distinta: con mayor empatía, compromiso y creatividad”, señala Lamka Stockar.
Según el autor y experto en liderazgo Mark Murphy, un tercio de los ejecutivos son despedidos por cambios organizacionales fallidos. Un estudio del Babson College de Estados Unidos asegura que el 40% de las 500 empresas más grandes de Norteamérica que existían en el 2000 desaparecieron en el 2010.
El informe sostiene que la duración promedio de una empresa es de 15 años, tiempo en el cual un competidor disruptivo le gana el mercado. En América Latina, la tasa de mortalidad de las empresas es de aproximadamente el 84% en 20 años. El 85% desaparece en la tercera generación.
Un momento histórico para patear el tablero
Aunque a un año del brote del coronavirus todavía no tenemos precisiones de esta enfermedad, hay algo de lo que estamos seguros: si bien no sabemos cuándo, esta pandemia pasará y emergerá la “nueva normalidad”, la cual requerirá de líderes con capacidades, competencias y habilidades acordes al nuevo contexto, que también será dinámico.
Las exigencias de ese nuevo mundo que se avecina ya se hicieron notar en la cuarentena. Según la encuestadora internacional Ipsos, 9 de cada 10 consumidores piensan que las empresas deben aportar una solución frente a la crisis del Covid-19. “Si la marca o los líderes no están comprometidos con el cambio, los clientes dejarán de comprarles”, explica Lamka Stockar.
Pero al margen del brote del coronavirus, el mundo enfrenta también otros desafíos, como el avance de la inteligencia artificial y la automatización, el cambio climático y un escenario político-bélico turbulento. “Reconocer estos factores macro es esencial para diseñar una transformación del liderazgo, que atienda a las necesidades de esta nueva realidad”, enfatiza el coach.
“La buena noticia es que el cambio es posible. Los líderes de las empresas predigitales no necesariamente son dinosaurios condenados a la extinción. Pueden transformarse para prosperar en la era digital, aunque ello requiera esfuerzo para salir de la zona de confort”, precisa.
Cambiar para crecer
Suelen haber cinco estilos de jefes que impiden transformaciones exitosas:
1. Los jefes apáticos: no encuentran un propósito para liderar e inspirar a sus colaboradores.
2. Los jefes tiranos: necesitan de la fuerza y del miedo para administrar. Los colaboradores no se atreven a decir lo que piensan ni comparten sus ideas por temor a ser castigados.
3. Los jefes avaros: no son conscientes de que los empleados desean trabajar por un propósito, más allá de un sueldo, y que los consumidores boicotean a las empresas que no son socialmente responsables.
4. Los jefes miopes: fallan en la puesta en marcha de procesos tecnológicos porque creen que pueden pedirles a sus equipos que adopten nuevas herramientas, y no perciben el cambio de actitudes necesario para lograr la transformación.
5. Los jefes incoherentes: dicen que quieren cambios y les exigen a sus empleados que cambien, pero ellos mismos no lo hacen.
Lamka Stockar propone reemplazar estas debilidades por virtudes que líderes transformacionales desarrollaron para dar en el blanco de sus objetivos. Estas son las cinco habilidades empresariales que, según Stockar, los líderes deben incorporar en la actualidad para convertir a sus compañías en organizaciones exitosas:
1. Liderazgo entusiasta: para ser agente de cambio y romper viejos paradigmas que ya no sirven en la era de transformación actual, alineado a su propósito y legado de vida.
2. Liderazgo empoderador: para que los colaboradores sientan compromiso y pasión en el trabajo, y se consideren llamados a desarrollar su propio liderazgo extraordinario.
3. Liderazgo triple impacto: para inspirar a los consumidores y los colaboradores a vibrar con el propósito de la empresa, generando un impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente, al mismo tiempo que se alcanza el éxito económico.
4. Liderazgo con una visión global: crear un puente entre la tecnología y lo humano, a través de una cultura organizacional que genere resultados económicos a corto y largo plazo.
5. Liderazgo integral: para ser coherente con los colaboradores desde un autoconocimiento profundo que permita presencia y flexibilidad para actuar desde cualidades que parecen opuestas, como ser eficiente y empático a la misma vez.