“Se requiere saber trabajar bajo presión”. Esta se ha convertido en una frase popular en los procesos de selección.
Lo cierto es que innumerables talentos fracasan en entrevistas de trabajo, presentaciones en vivo o entornos contra reloj.
La ciencia lo explica todo
No es una incapacidad. Hay, como casi en todo, una razón científica detrás, que explica por qué hasta profesionales de alto perfil se dejan vencer por el pánico. La responsable: la corteza prefrontal de nuestro cerebro.
Esta, centro de nuestras fortalezas cognitivas que facilita que nos enfoquemos en una tarea determinada, gira en piloto automático. Pero, cuando la presión emerge, es posible que la corteza se sobrecargue y el rendimiento fluido se vea interrumpido, recoge Harvard Business Review (HBR).
Entonces, ¿qué hacer para contrarrestarlo? La respuesta es ‘autoentrenarse’.
“Así como las habilidades técnicas pueden enseñarse, las habilidades humanas se practican, desarrollan y mejoran”, dice Diego Castro, gerente general de Edenred.
Los deportistas de élite son quienes quizá mejor conocen la importancia de enfrentar momentos de alta tensión. Constantemente deben enfocarse en conseguir un resultado, mientras están en entornos complicados.
“Una técnica relevante es la visualización antes de entrar al ruedo”, sostiene el jugador inglés de criquet Jos Buttler a Telegraph.
Y es que una táctica muy útil, coinciden los especialistas, es simular un entorno de prueba previo al evento en el que la persona se someterá a presión. Barajar todas las situaciones posibles y tener respuestas a medida será de ayuda y solo funcionará si el profesional se prepara con antelación.
Esta táctica contribuye a mantener el enfoque sin que los nervios lo dobleguen.
El papel de los ‘soft skills’
Aun así, para el representante de Edenred, la capacidad de ‘trabajo bajo presión’ no es la habilidad más importante, pues se debe priorizar el manejo de un conjunto de ‘soft skills’ (habilidades blandas).
Asimismo, la capacidad de organización, gestión y monitoreo también puede derivar en una asignación correcta de prioridades y facilitar la toma de decisiones.
“De ese modo ya no se generarían entornos bajo presión”, sustenta Pilar Villacorta, vocera de ISA REP, firma que figura segunda en el ranking de Employers for Youth.
Así, la clave de todo estaría en un manejo oportuno de tareas y en un ejercicio constante de habilidades blandas.