“Mi socio me contaba que en el sector minero, en donde trabajaba, había un serio problema. Si bien los sueldos son muy superiores al [promedio] del mercado, las consecuencias por las largas jornadas de trabajo se veían traducidas en la dinámica familiar”. Gustavo Castillo, fundador de la consultora especializada en recursos humanos TTransforma, comentó a Gestión.pe la oportunidad que hay en el mercado peruano, específicamente en el sector extractivo, para la formación de la empresa.
En Perú, actualmente no hay data de estudio con respecto al ámbito psicológico de las personas que trabajan en minas, ni del personal operativo ni del ejecutivo/administrativo. Sin embargo, países con el mercado minero más desarrollado, tales como Chile, cuentan con dicha data. Castillo menciona que en el estudio “Impacto del Trabajo Minero en la Familia”, de la chilena Sonia Montecino de la Universidad de Chile, se encontró la siguiente problemática: los modelos de género que están en la base de la construcción de la familia y de la pareja producen posiciones de modo desigual en responsabilidad y presencia en la crianza. Ello conlleva a ausentismo y falta de comunicación, tanto con los hijos con como la pareja. Inclusive, violencia física y/o verbal.
Castillo apunta que los problemas personales/familiares tienen consecuencias laborales que, en el sector minero, podrían significar accidentes de alto calibre. “El Ministerio de Trabajo dice que 200 personas han fallecido por accidentes mortales. De ellos, el 41% son causados por distracción. Los trabajadores no están concentrados y es una actividad de riesgo”, afirma Castillo. Va más allá de una charla de seguridad, porque la distracción tiene distintas procedencias. “En la sociedad donde vivimos, hay muchos casos de violencia física y/o verbal. Sin hablar de temas religiosos, buscamos destacar valores de trato y convivencia”, añade.
Taller, no charla
El programa de la consultora, llamado “Mi Familia y Yo” apunta, entonces, directamente a resolver la problemática familiar del trabajador.
“Está basado en una metodología del coaching de Tony Robbins, pero manejando auditorios dependiendo de lo que necesite el cliente. Para nosotros los ideal es un auditorio de 25 personas, pero un cliente nos ha pedido para 250. En ese caso, solo se necesita la infraestructura necesaria. Porque voy a tener que formar 50 grupos de 5 personas. El trato del programa es casi personalizado”, cuenta Castillo. La dinámica grupal es una jornada full day, en donde facilitadores del equipo multidisciplinario -especialistas en familia, adicciones, etc- brindan testimonios personales para que el resto de participantes de suelten.
El programa está dirigido a cualquier persona que cumpla con ese horario. “Nació enfocado a la minería, pero es aplicable a pesca también, por ejemplo”.
Modus Operandi
El primer módulo es el diagnóstico, para identificar problemas más recurrentes a través de tests: si es violencia, adicción, etc. Después, dependiendo del diagnóstico, entran a trabajar los especialistas del equipo multidisciplinario. El tiempo de acción varía según la cantidad de problemas. Después, el plan de acción y seguimiento.
“Hay un app, ya desarrollado por nuestros especialistas en familia para otros proyectos, que se personalizan para el caso en particular. Este brinda tips sobre cómo abordar conversaciones con niños de cierta edad, con parejas, etc. para que el trabajador lo use al llegar de la jornada”, menciona Castillo. Son herramientas para la interacción interfamiliar.
¿Se puede medir cómo va tu familia?
El cliente de la consultora, el empresario, se interesa por ver cómo se refleja en resultados. Para ello, se mide cualitativamente: encuestas de clima laboral que cuentan con cinco indicadores principales, entre ellos el comrpomiso, la interrelación entre trabajo y familia, etc. "Sin embargo, también se puede medir de manera cuantitativa midiendo los accidentes de trabajo, porque es una medición que impacta directamente en la productividad. Asimismo, también en la rotación [tanto en operativo como ejecutivo].